Emilio González, frustrado tras la tercera ronda en Los Cabos: "Todo falló, pero uno aprende a dejarlo ir"

El mexicano finalizó con un +3 y una tarjeta final de -6 en la tercera etapa del torneo

Emilio González, frustrado tras la tercera ronda en Los Cabos en la WWTC (World Wide Technology Championship)
Olga Hirata
Enviada/Los Cabos /

Hay torneos que parecen una lección de humildad con palos de golf. Emilio González lo está viviendo así: empezó siendo el mejor mexicano, cruzó el corte con temple, y hoy el campo le enseñó que ni el talento ni la fe bastan cuando la bola simplemente no obedece.

"Ha sido una semana un poco volátil", admitió sin adornos. "Ha habido mucho bueno y cometí un par de errores que me cobraron muy caros. Pero es parte de esto, uno aprende, sigue adelante. Mañana es un día nuevo y ojalá sea uno positivo".

Lo dijo con esa calma que desconcierta. Porque sí, el golfista se puede estar desmoronando por dentro, pero por fuera —al menos Emilio— mantiene la voz plana, el tono sereno, la mirada de quien ya entendió que pelear con el campo es perder dos veces.

Emilio González terminó la tercera ronda con una actuación discreta para finalizar con +3 y una tarjeta final de -6 (World Wide Technology Championship)

"Hay que ser paciente, saber que uno está trabajando lo que tiene que trabajar y esperar que las cosas se den en su momento", explicó. Esa palabra, paciencia, se volvió casi un mantra en su discurso.

Hoy, sin embargo, algo cambió. En las rondas anteriores terminaba y se iba a despejar la mente lejos del campo. Esta vez no. Esta vez se quedó. "Vine al campo de práctica para sacar la frustración, hablar de las cosas que pude haber hecho mejor, tener un espacio para soltar las emociones y después seguir adelante".

No hubo que insistir mucho para saber qué falló. Su respuesta fue sincera: “Todo.” No culpó al viento, ni al sol, ni al destino. Asumió. Aceptó. Y se fue a trabajar otra vez, sin dramatismo, sin discursos épicos, con ese tipo de madurez que se gana cuando entiendes que el golf —como la vida— te rompe justo para enseñarte cómo reconstruirte.

Mañana volverá al campo con esa mezcla de rabia contenida y paz impostada que solo tienen los que saben que la pelea sigue. Y que el golpe más importante, muchas veces, no se da con un palo. Se da con la cabeza fría.


RGS

LAS MÁS VISTAS

¿Ya tienes cuenta? Inicia sesión aquí.

Crea tu cuenta ¡GRATIS! para seguir leyendo

No te cuesta nada, únete al periodismo con carácter.

Hola, todavía no has validado tu correo electrónico

Para continuar leyendo da click en continuar.