Cuando los Dorados de Sinaloa regresaron al máximo circuito del futbol mexicano las inversiones necesarias para adaptar el estadio de la franquicia en Culiacán no se hicieron esperar.
Fundado el 9 de agosto de 2003 por los empresarios Eustaquio de Nicolás, Valente Aguirre y Juan Antonio García, el inmueble fue construido en un tiempo récord de tres meses con una inversión de más de 55 millones pesos. Los trabajos de remodelación tuvieron que esperar hasta 2015, año en que el equipo volvió a la primera división mexicana.
Antonio Núñez, presidente del club, anunció que se harían las mejoras necesarias para que la casa del Gran Pez fuera un estadio de primera. El alcalde Sergio Torres había anunciado "que no se trataría de una manita de gato, sino de una remodelación en serio, digna de la afición de Culiacán".
Se remodelaron los vestidores, se construyó un gimnasio con vista al campo para los entrenamientos y se instalaron gradas en todo el inmueble, con especial atención en la zona colindante con el río Humaya, que lucía abandonada y deteriorada. "Teníamos 23 mil, con el embutacado bajamos a 19 mil 800 sin contar palcos, en total estamos hablando de entre 20 mil 900 y 21 mil lugares", dijo Núñez hace un año sobre los nuevos planes de infraestructura en el Banorte.
Se invirtió para meter un césped de mejor calidad en el campo y se reemplazaron las luces que se encontraban alrededor del mismo, pues según Núñez la iluminación que se tenía "hacía que en el pasto se viera amarillo" tanto en transmisiones como de manera presencial.
A pesar de esto, el estadio no fue ajeno a los problemas. En el Apertura 2015, jugadores de los Gallos se quejaron por las condiciones en las que se encontraban los vestidores, ya que se tuvieron que trasladar una hora más tarde al aeropuerto por problemas de agua.
Ahora que el equipo descendió, la directiva de Dorados debería replantear algunas cosas. La cantidad invertida en el estadio Banorte no ha sido revelada. Es probable que no quieren que se sepa de cuánto fueron las pérdidas que tuvieron al poner su dinero en el recinto.