Dinamarca, la campeona de Europa en 1992 que entró al torneo por una guerra

El combinado danés encabezado por Peter Schmeichel, Lars Olsen y Brian Laudrup no iba a participar en el certamen pero la sorpresiva exclusión de Yugoslavia le abrió la puerta

Dinamarca en la Eurocopa 1992 (Getty Images)
Sebastián Faed
Ciudad de México /

La Eurocopa de 1992 estuvo marcada por la sorpresa y los momentos inesperados desde antes de su arranque comenzando por la exclusión de la selección de Yugoslavia, país que se encontraba en gran tensión por la Guerra de los Balcanes que desencadenaría en su disolución para inicios del siglo XXI.

El conflicto dio vida a Bosnia y Herzegovina, Croacia, Eslovenia, Macedonia del Norte, Montenegro y Serbia pero, en el ámbito futbolístico, permitió que otro combinado nacional disputara el certamen continental, Dinamarca.

Los futbolistas daneses se encontraban de vacaciones luego de haber culminado la temporada con sus respectivos equipos y en cuestión de horas tuvieron que dejarlo todo para concentrarse y viajar a Suecia, sede del torneo.

En un documental, el mediocampista Brian Laudrup -quien jugara en clubes como Bayern Múnich, Milan y Chelsea- reveló que el otrora técnico danés Richard Moller Nielsen reunió al plantel que disputaría la Eurocopa para decirles que irían a territorio sueco a ganar.

Poca preparación y un equipo que no había logrado colarse entre los mejores ocho en Europa desde el comienzo dejaban a Dinamarca como la principal víctima y un rival de suma asequible para cualquiera que los enfrentara, comenzando por Inglaterra.

La selección de los Tres Leones llegaba como clara favorita para llevarse el primer encuentro, sin embargo, el trámite del mismo fue muy diferente al esperado y los daneses resistieron un 0-0 para llevarse su primer punto del torneo.

En el seno danés, las sensaciones eran buenas luego del primer duelo, sin embargo, la anfitriona Suecia llegaría para imponerse por la mínima en el segundo choque del torneo y pondría los pies en la tierra a la selección de Dinamarca, a quienes les cambiaba todo la derrota.

Y más porque el rival ante el que se jugarían la calificación a semifinales sería Francia. Contra todo pronóstico y antes de los 10 minutos de juego, Henrik Larsen sorprendería a los dirigidos por Michel Platini y pondría el primero a favor de Dinamarca, que se vería alcanzada en el marcador al 60'.

Parecía que los daneses se despedirían luego de la paridad pero Lars Elstrup, sobre el minuto 78, consumaría una de las sorpresas del torneo al poner el tanto que dejaría fuera a les blues en primera fase por primera vez en su exitosa historia y clasificaba a los daneses a la siguiente ronda.

Todo lo que escurriera era miel para los dirigidos por Moller Nielsen, ya habían superado las expectativas y por mucho, el rival ahora era Holanda, conformada por jugadores como Frank De Boer, Ronald Koeman, Frank Rijkaard, Ruud Gullit y Marco van Basten.

Tanto los medios internacionales como los jugadores daneses aseguraron que ese equipo llegó a la semifinal con soberbia y la seguridad de que se impondrían, pero una fuerte Dinamarca llevaría el juego a los penales tras un empate 2-2 en tiempo regular que la Naranja Mecánica consiguió in extremis.

Peter Schmeichel se erigiría como el héroe tras atajar el penal definitivo cobrado por van Basten, dando así un histórico pase a la final para la selección de Dinamarca, aunque un duelo ante Alemania los separaba de la gloria.

Los teutones, guiados por el delantero Jürgen Klinsmann, llegaban como favoritos pero de nuevo, el caballo negro de la Eurocopa, daría el batacazo con un marcador 2-0 a su favor gracias a los tantos de John Jensen y Kim Vilfort, Dinamarca dejaba perpleja a todo el Viejo Continente.

El combinado de Dinamarca se había colado apenas unos días antes del torneo y lo hizo para dejar una huella en la Eurocopa, así como el ejemplo de que nada es imposible, ni siquiera el campeonato más importante de selecciones en Europa.

SFRM

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