Rostro cansado pero sonriente: el danés Christian Eriksen tranquilizó este martes al mundo del futbol publicando una primera foto desde su cama de hospital, tres días después de haber sufrido un paro cardíaco durante el Dinamarca-Finlandia, un partido cuya reanudación ha desembocado en reiteradas críticas a la UEFA.
El sábado, hacia el final del primer tiempo del encuentro, Eriksen se desplomó sobre el césped, quedando tendido inerte y con la mirada perdida.
Salvado después de un masaje cardíaco, recuperó la consciencia antes de ser llevado al hospital, donde aún se recupera del susto.
"Estoy bien, dentro de las circunstancias", escribió el jugador este martes en un mensaje publicado en su cuenta de Instagram.
"Todavía tengo que someterme a exámenes en el hospital, pero me siento bien", dijo, acompañando el mensaje con una fotografía, sonriente y con el pulgar levantado, en su cama de hospital.
El domingo, el médico de la selección danesa Morten Boesen afirmó no tener por el momento "explicación a esa crisis cardíaca".
Y la Federación Danesa de Futbol se mostró poco locuaz sobre el estado de salud de su estrella, indicando que se hallaba "estable", pero eludiendo dar respuesta a las incógnitas sobre su regreso a los terrenos de juego.
"Debe someterse a diferentes pruebas, y mientras no tengamos las conclusiones no podemos realizar comentarios", dijo el portavoz de la DBU, Jakob Hoyer, en conferencia de prensa.
El seleccionador contó que Eriksen vio los 10 últimos minutos del Dinamarca-Finlandia desde el hospital y que estaba en contacto con el equipo, lo que tranquilizó al combinado Vikingo a dos días del duelo contra la temible Bélgica, número 1 en la clasificación FIFA.
"Podemos centrarnos cada vez más en el futbol y prepararnos para el partido", aseguró Kasper Hjulmand, reconociendo no saber si todos los jugadores tendrían el aplomo para afrontar en condiciones el partido del jueves.
Luego de la inesperada derrota ante Finlandia, un mal resultado contra Bélgica amenazaría la continuidad de Dinamarca en la Eurocopa.
Christian irreemplazable
"Nos prepararemos todo lo posible, pero estará cargado de emoción. Habría que utilizar esas emociones para el partido y estar dispuestos a luchar", añadió el seleccionador, quien no se pronunció sobre el sustituto de Eriksen.
"Nadie puede reemplazar a Christian. Nadie. No es posible. Es el mejor jugador con el balón (...) es el corazón del equipo", dijo Hjulmand.
"Juntos, lo haremos de otra forma (...) y tendremos un equipo muy fuerte sobre el terreno de juego", prometió.
Pero aunque el combinado danés está construido con "verdaderos guerreros", fueron sometidos a una presión por parte de la UEFA para la reanudación del partido, denunció.
"Sentí que se presionaba a los jugadores y que se les situaba ante un dilema": reanudar el partido el propio sábado o el domingo a mediodía, insistió Hjulmand.
El lunes, el arquero Kasper Schmeichel lamentó haberse visto en una posición en la que cree "no debieron haberse visto".
El seleccionador defendió la opción de "haber metido a los jugadores en el autobús y enviarlos al campo base, y después veríamos lo que se podría hacer".
La UEFA se defendió este martes, asegurando en una declaración a la AFP haber "tratado el caso con el mayor respeto dado lo sensible de la situación".
"Sólo se decidió reanudar el partido cuando los dos equipos pidieron terminarlo aquella misma tarde", indicó la instancia del futbol europeo.
La UEFA subrayó asimismo que sus estatutos imponen a los jugadores un descanso de 48 horas entre los partidos y negó "categóricamente que ninguno de los equipos fuese amenazado con una exclusión".
ZZM