Hungría arrancó un valioso empate ante una Francia que perdonó demasiado. El resultado aprieta las cosas en un grupo F y despierta esperanzas en los de Marco Rossi para clasificarse para octavos de final de la Eurocopa 2020.
Antoine Griezmann fue el primero en marcar del trío atacante francés que conforma con Kylian Mbappé y Karim Benzema, que dejaron muestras de calidad pero no estuvieron acertados ante la puerta de un enorme Péter Gulácsi.
Hungría salió con descaro a jugar, sin temer al campeón del mundo ni especular con el resultado. A su favor tenía el apoyo incondicional de los más de 60 mil aficionados del Puskás Aréna y en contra los 35 grados que castigaban su futbol peleón basado en el físico.
En los minutos iniciales unos infatigables Fiola, Schäfer y Ádám Szalai crearon problemas por la izquierda a Francia, que pareció sorprendida por el desparpajo del rival.
Con el paso de los minutos y bajo un sol despiadado, Francia fue creciendo a medida que los húngaros se desfondaban y aguardaban su oportunidad a la contra.
Poco antes del cuarto de hora llegó la primera gran ocasión francesa, con un disparo desde fuera del área de Benzema que repelió Gulácsi.
Un par de minutos después una buena combinación entre Benzema y Digne por la izquierda acabó con un preciso centro que un solitario Mbappé cabeceó por encima del larguero.
La conexión Griezmann-Mbappé-Benzema ofreció una obra de arte a la media hora: el primero filtró a la espalda de la defensa, el segundo la dejó de tacón y el tercero perdonó cuando venía de cara cerca del área pequeña.
Benzema, pese a dejar destellos de su calidad, tuvo algunos errores en la definición y en el último pase que le restó brillo y acabó sustituido por Giroud.
Entretanto, los húngaros sufrieron la primera víctima del calor: el veterano capitán, Ádám Szalai, de 33 años, se retiró del campo tras parecer mareado después de un golpe. La baja del delantero era un mazazo para los suyos por su entrega absoluta.
Francia jugó entonces unos minutos de gran futbol y no marcó por falta de puntería. Y justo entonces llegó el gol húngaro en el descuento de la primera parte.
En una contra Fiola se plantó en el área tras una pared con Sallai, Varane llegó tarde y el carrilero definió ante Lloris poniéndola al palo con la sangre fría de un delantero.
Primera ocasión, primer gol de Hungría. Y primer tanto encajado por Francia en los últimos seis encuentros.
En la segunda mitad los de Didier Deschamps salieron con una presión adelantada, aunque los centroeuropeos no se arrugaron y respondieron con contras cargadas de veneno.
En el 59, Dembelé, que acababa de entrar por un apagado Rabiot, estrelló un balón en el palo en la primera llegada al área. El jugador del Barcelona tuvo que abandonar el campo en el 87 debido a una lesión muscular.
El empate francés llegó en una jugada afortunada. Lloris sacó un larguísimo saque de puerta que la defensa húngaro no supo atajar, el balón llegó a Mbappé, que centró raso, pero tras un rechace de un defensa el balón quedó muerto y Griezmann marcó a placer.
Este es el séptimo gol de Griezmann en una fase final de una Eurocopa, empatando con el inglés Alan Shearer, y solo por detrás de Platini con nueve y Cristiano Ronaldo con once.
El partido fue entonces de ida y vuelta, con los húngaros buscando sus opciones y sin especular con el marcador, tratando de jugar, pese a sus limitaciones, y plantando cara a los campeones del mundo.
Otra jugada de vértigo de Mbappé por la izquierda dentro del área acabó con un disparo que Gulacsi rechazó. De nuevo, como ante Portugal, el portero del RB Leipzig fue uno de los mejores de su equipo y fundamental para arrancar un empate histórico.
ZZM