Bill Russell y el día que aficionados de Boston Celtics defecaron su cama

Fue en 1971 cuando un grupo de vándalos invadió su casa en el suburbio de Reading, destrozaron sus trofeos y pintarrajearon sus paredes

Bill Russell en 1968, el último año en el que fue campeón (AP)
Ciudad de México /

Todos saben que Bill Russell es uno de los jugadores insignia de los Celtics de Boston. Posiblemente el debate por definir al más representativo de la franquicia esté apretado con Larry Bird, pero no puede negarse que el pívot siempre tendrá un lugar especial en la historia por sus 11 anillos ganados, más que ningún otro jugador en la historia de la NBA, por lo que su pérdida es enorme para la Liga.

Sin embargo, la relación con los Celtics de Boston no fue del todo sencilla… al menos no con los aficionados. Porque mientras la química con sus compañeros de equipo fue fundamental para ser la primera gran dinastía del deporte del Estados Unidos, el racismo en el área de Boston fue enorme, incluso en Reading, el suburbio en donde tenía su domicilio, al norte en Massachusetts.

Fue en 1971 cuando la familia Russell regresó de unas vacaciones tras el fin de semana, pero cuando volvieron a su hogar, la vieron vandalizada. Pintaron epítetos raciales en las paredes con aerosol; destrozaron los trofeos del basquetbolista e incluso defecaron en la cama del jugador. Sí, muchas personas asaltaron y destrozaron la casa del jugador que les había dado once títulos de la NBA, más que ningún otro.

Y es que muchos aficionados blancos de los Celtics festejaban los triunfos, pero tenían disgusto por la alta presencia de jugadores afroamericanos dentro del roster. Todo este lamentable capítulo chocó con un momento que vivió meses atrás, cuando le festejaron una cena en Reading.

“Estaba tan desconcertado por este honor que se le otorgó que se derrumbó, comenzó a llorar y dijo que deseaba poder vivir en Reading por el resto de su vida”, recordó Tom Heinsohn, ex compañero de Russell en los Celtics, durante un documental del Boston Globe.

Poco tiempo después, se dio la interrupción a su casa.

“Cada vez que los Celtics salían a la carretera, venían vándalos y volcaban nuestros botes de basura. Mi padre fue a la comisaría a quejarse. La policía le dijo que los mapaches eran los responsables, así que preguntó dónde podía solicitar un arma”, escribió su hija, Karen Russell, en una editorial escrita en 1987 y que la NBC rescató en un especial del 10 de febrero de 2021.

La relación con los aficionados se quebró. Quizás eso le ganó la fama de frío. Bill Russell se negó a firmar autógrafos con el fin de no tener nada que ver con muchos aficionados que tenían dobles intenciones.

“Russell era del tipo que tenía dudas sobre las intenciones de la gente”, escribió Stephen Beslic en Basketball Network en 2020, “y (él) no quería que nadie lo usara por su popularidad. Por eso ofreció una solución simple: no obtendrás algo firmado por él, pero sí tendrás 15 minutos tomando café con uno de los mejores que jamás haya jugado el juego”.

Bill tomó esta decisión debido a que muchos se acercaban solo para obtener su firma en un artículo y venderlo a grandes precios, consciente del valor que podría adquirir en el mercado. 

"Si un aficionado no quiere conversar contigo", dijo Russell, "de todos modos iba a vender ese autógrafo”.

Ceremonias privadas

Fue esa complicada relación con la afición la que provocó que su ceremonia de retiro de su número 6 fuera a puerta cerrada (1972), así como su inducción al Salón de la Fama del Basquetbol en Naismith (1975). Pese a todo esto que le tocó enfrentar, el tiempo valoró su figura y es claro que forma parte de los 10 mejores jugadores de todos los tiempos en la NBA.

OMCS

  • Michel Cruz
  • oswaldo.cruz@milenio.com
  • Reportero en La Afición desde 2016. Egresado de la Licenciatura en Comunicación y Periodismo en la FES Aragón, UNAM.

LAS MÁS VISTAS

¿Ya tienes cuenta? Inicia sesión aquí.

Crea tu cuenta ¡GRATIS! para seguir leyendo

No te cuesta nada, únete al periodismo con carácter.

Hola, todavía no has validado tu correo electrónico

Para continuar leyendo da click en continuar.