Karim Benzema no compareció el miércoles en la primera de las tres jornadas de un juicio en conexión con un presunto intento de extorsión a su compañero en la selección de Francia Mathieu Valbuena con un video de contenido sexual.
El equipo legal de Benzema, de 33 años, dijo a la corte en Versalles que sus obligaciones profesionales con el Real Madrid le hacían “imposible” asistir a la vista.
Benzema disputó un partido de la fase de grupos de la Champions League contra el Shakhtar Donetsk en Kiev el martes. El Madrid jugará además el Clásico liguero contra Barcelona, su eterno rival, el domingo.
Valbuena asistió a la vista y declaró que Benzema le dijo que “hay un video, muy caliente”, cuando se encontraron en la concentración de Francia en Clairefontaine en octubre de 2015. También le dijo que tenía un amigo que podía ayudarlo “a resolver tu problema”, sostuvo Valbuena.
Valbuena dijo que Benzema “nunca me habló de dinero”, pero que se sobreentendía que habría que pagar por la ayuda de su amigo.
“Y no estamos hablando de entradas para un partido”, agregó. “Estas cosas nunca se hacen gratis”.
“Me asusté mucho”, expresó Valbuena.
En una llamada posterior grabada por la policía, Benzema habló de la conversación con su amigo Karim Zenati. Ambos se conocían desde la infancia. Zenati estuvo preso por robo y venta de drogas, y cuando fue liberado, Benzema lo contrató como su asistente.
En la grabación, que fue escuchada en el juzgado, Benzema dice que le había dicho a Valbuena que “si quieres que el video sea destruido”, debería contactar a Zenati, sin hablar con la policía, con abogados ni con nadie.
“Le di mi palabra de que no hay copias”, se escucha decir a Benzema.
El ariete merengue está acusado de complicidad en un intento de chantaje y puede ser condenado a cinco años de prisión. Él niega haber cometido delito alguno.
Zenati y los otros tres están acusados de intento de extorsión, también castigable con cinco años de prisión. A diferencia de Benzema, todos estuvieron presentes, incluido Axel Angot, que fue quien consiguió el video de Valbuena en el 2014.
Angot se describió como alguien que asistía a futbolistas en una cantidad de frentes, como el manejo de sus computadoras, sus comunicaciones y otras necesidades. Dijo que los jugadores le pagaban por esa asistencia y que en una ocasión uno le pagó 3 mil 500 euros (4 mil dólares) solo por llevarle un cable de USB a Croacia.
Relató que la idea de sacarle provecho al video surgió en 2015, para pagar una deuda de 25 mil euros (29 mil dólares) que tenía con otro jugador por unos relojes de lujo. Indicó que pensó que Valbuena le pagaría “una recompensa” por hacer que desapareciese el video.
Negó inicialmente haber intentado chantajear al jugador, aunque luego admitió que, “indirectamente, (lo que hizo) es lo mismo”.
Otros imputados negaron los cargos. Uno de ellos, Mustapha Zouauoui, al salir del juzgado dijo que Angot les había dado el video y que todos “nos reímos de él” y lo compartieron con otras personas.
“Muchos jugadores de la selección lo vieron”, aseguró Zouaoui. “Pero no hubo chantaje. No pedimos dinero”.
Younes Houass declaró que habló del video con Valbuena en junio de 2015, pero que su único objetivo fue ayudarlo a evitar que el video fuese difundido al público.
“Dejen de tratar de hacernos creer que ustedes son la Madre Teresa”, les dijo el juez.
Se dice que Zenati fue quien incorporó a Benzema al plan.
El técnico Didier Deschamps expulsó de la selección a Benzema cuando fue imputado en el asunto y el ariete no estuvo en el Campeonato Europeo de 2016 ni en la Copa Mundial de 2018, ganada por Francia.
Deschamps lo volvió a llamar con miras a la Euro 2020 y ha sido titular en 11 partidos de Les Bleus en 2021.
Los cargos que se le imputan podrían acarrearle una pena de hasta cinco años de prisión y una multa de 75 mil euros (87 mil 400 dólares). Benzema ha negado haber cometido delito alguno.
ZZM