Mario Carrillo es un entrenador peculiar, nadie pone en duda su capacidad, la cual ha demostrado con creces, sobre todo en América, cuando fue campeón en el Clausura 2005. Aunque también ha tenido sus pasajes de polémica y hay uno en particular que colmó a la directiva de Pumas cuando el Capello dirigió a los universitarios.
De entrada, su contratación en Universidad Nacional no cayó nada bien, por ese pasado americanista y desde el primer minuto la afición le dejó claro que no era un personaje querido, pese a todo la directiva encabezada por Alberto García Aspe y Roberto Medina lo mantenían.
Sin embargo, hubo un episodio que empezó a colmar la paciencia de la directiva.
Ciencia o esoterismo
Desde sus días como entrenador en Puebla y Tigres corría el rumor de que Mario Carrillo trabajaba con una señora de nombre María Antonieta Márquez, que popularmente era conocida como Mamá Toña. Algunos decían que era una bruja, otros que era alguien que hacía un trabajo de motivación y relajación.
Dicha señora trabajaba en sesiones con velas aromáticas, inciensos, masajes, meditación, un poco de espiritualidad y mensajes positivos. Carrillo reconoció abiertamente su labor y decía que él asumía los costos de sus honorarios.
Pues bien, cuando llegó a Pumas, contratado por Alberto García Aspe en el Apertura 2012, se le preguntó si trabajaría con Mamá Toña en Pumas y tajante dijo que no, se supo por entonces que el club había dispuesto de dos psicólogos para que trabajaran con el primer equipo si así lo requería Carrillo, pues en Pumas ese trabajo ha estado presente desde hace muchos años.
Sin embargo, Carrillo determinó llevarse al equipo a Sumiya para una especie de retiro, ahí estuvieron Alberto García Aspe y Roberto Medina, máximos dirigentes deportivos por entonces de Pumas.
Algunos de los presentes recordaron que en aquella sesión "hubo velas, la señora hablaba y decía que confiáramos en nuestras capacidades, nos pedía tener los ojos cerrados y concentrarnos en sus palabras, de repente sí olía medio raro, algunos abrían los ojos para ver qué estaba pasando, el lugar estaba a media luz, hablaba de energías y cosas así, la verdad es que hubo algunos a los que se les escaparon risas, entramos todos porque ahí también estaban los directivos, pero muchos no le prestaron tanta importancia como Mario pretendía", cuenta uno de los asistentes.
Y sí Aspe estuvo ahí, pero dicen que no estaba convencido de esas sesiones de Carrillo "y más por sus creencias, Beto es un hombre de fe, recuerda que en sus tiempos como jugador hasta sacaba su playera con la Virgen y ese tipo de cosas chocaban con sus creencias de él".
Aunque Carrillo ha defendido que el trabajo de la señora María Antonieta lo llevó a cabo en otros clubes, no le gustó para nada que se filtrara un video de la sesión en Sumiya, aunque con el paso de los años otros jugadores hablaron de estas situaciones, el entrenador sostiene que es un trabajo clave para él y que va ligado con la técnica Gestalt, que tiene como fundamento que el paciente, terapia con un psicólogo, pueda encontrar un plano consciente donde se centre en la mejora de su presente.
Como sea, en su paso por Pumas ese capítulo de Sumiya fue uno de los factores que empezaron a marcar su punto de salida del conjunto universitario.
DAO