Cuatro largadas, tres banderas rojas y un final que bien puede marcar un precedente en la historia de la Fórmula 1. Nadie se imaginaba que todo esto iba a pasar en el Gran Premio de Australia, pero así sucedió: la carrera terminó por detrás del safety car, justo lo que se quería evitar y que se ha criticado en años anteriores.
Sergio Pérez terminó quinto en una polémica carrera que puso punto final a un fin de semana desastroso, si bien estaba en sexto lugar, salió beneficiado por una sanción sobre Carlos Sainz Jr, quien en la penúltima relanzada, tocó a Fernando Alonso. Max Verstappen ganó la carrera, seguido por Lewis Hamilton y Alonso, que consiguió su tercer podio consecutivo.
Una carrera emocionante y que aún generó mucho descontento por el final. Retrasos de media hora, con un inicio y unos momentos finales que generaron drama, pero el cierre sí dejará mucho de qué hablar en el futuro.
Con este resultado, Checo conserva el segundo lugar del campeonato de pilotos, lo cual será bueno aún para sus aspiraciones de ser campeón mundial de Fórmula 1.
La carrera
Si alguien creía que iba el Gran Premio de Australia iba a comenzar de la forma más predecible posible, Mercedes se encargó de dar un inicio emocionante. George Russell demostró agresividad y superó a Max Verstappen al llegar a la curva 1, pero fue en la largada de la tercera curva cuando la carrera se puso más interesante, porque Lewis Hamilton también superó al neerlandés, que bajó a la tercera posición.
Una largada accidentada, como se esperaba, ya que fue en el tercer giro que Lance Stroll tocó con el neumático superior izquierdo a Charles Leclerc y lo mandó a la grava, con lo que apareció el primer Safety Car en la jornada. Checo, que comenzó desde el pitlane, avanzó a la decimoctava posición y aprovechó la bandera amarilla al dirigirse a boxes para cambiar sus llantas suaves por el compuesto medio, pero luego entró de nuevo y se optó por la goma dura.
La carrera se relanzó en el cuarto giro, aunque el ritmo no tardó en interrumpirse de nueva cuenta. En la séptima vuelta, a Alex Albon se le fue el coche por la parte trasera y pegó en el muro de la curva 8, en lo que pudo ser un accidente más grande, debido a que Pierre Gasly apenas sí pudo esquivarlo por la rapidez de los hechos.
En primera instancia se marcó bandera amarilla, lo que aprovechó Russell para ir a pits, pero dirección de carrera cambió la decisión y señaló bandera roja para que los marshalls limpiaran los restos del Williams – ya que perdió el alerón delantero en el proceso – lo que afectó al británico, que había regresado a pista en la séptima posición.
Una vez limpia la pista, la carrera se reanudó tras más de 20 minutos de retraso. Aunque Verstappen intentó atacar, Hamilton demostró su experiencia y se defendió bien, con lo que pudo mantenerse adelante y con ventaja de ocho décimas. A Max tampoco le ayudó mucho tener la presión de Fernando Alonso, aunque apenas pudo mantenerse en la segunda plaza. El relanzamiento no fue sencillo para Sergio Pérez, que ya había logrado la decimocuarta posición y perdió dos puestos.
Pero Max Verstappen demostró que Red Bull tiene el mejor auto en la parrilla y superó a Hamilton entre la curva 10 y 11, cuando se habilitó el DRS, por lo que no resultó extraño que en un instante le sacara al Mercedes una ventaja de tres segundos.
Mientras tanto, Checo siguió ganando posiciones y superó a Logan Sargeant y Guanyu Zhou, colocándose en el decimotercer puesto, por detrás de Esteban Ocon. Russell, que comenzó con altas expectativas con su arranque de carrera, se frustró cuando su motor falló en el giro 18 e incluso comenzó a incendiarse, deteniéndose en una vía de escape para que el auto fuera retirado.
El tapatío batalló un poco, pero superó a Ocon y se colocó undécimo tras una buena frenada por dentro en la vuelta 21. Se metió a zona de puntos en el giro siguiente, al ganarle a Oscar Piastri, entre la curva 10 y 11, la de aceleración. Una vuelta después rebasó a Tsunoda, quedándose con aire limpio para tratar de superar a Lando Norris, quien tenía 4.5 segundos de ventaja.
Le costó bastante tiempo, pero Checo rebasó a Norris en la vuelta 43, mientras que a Nico Hülkenberg le superó dos giros después, con lo que llegó a la séptima plaza, a poco más de cuatro segundos de Stroll.
El cierre cardiaco y polémico
Si el arranque fue dramático, el final no se quedó atrás. Kevin Magnussen se le dañó la suspensión al rozar una pared y perdió su neumático derecho trasero, con lo que apareció un safety car y una bandera roja que representó última oportunidad para que Checo intentara remontar puestos. Con tres giros por correr, los autos pasaron a boxes y cambiaron por las gomas suaves.
Casi a la 1 de la mañana (tiempo del centro de México), los autos salieron a pista por detrás del auto de seguridad. Se acomodaron en la parrilla en la vuelta 57 y la desgracia sí apareció porque Checo se fue fuera de la pista porque Pierre Gasly bloqueó neumáticos, Carlos Sainz Jr. tocó a Alonso y lo mandó atrás, en tanto Gasly y Esteban Ocon se engancharon entre sí, con lo que abandonaron, al igual que Nyck de Vries y Sargeant, luego de que este último chocó por detrás al Williams.
Minutos de incertidumbre: ¿habría una cuarta largada? ¿las posiciones se quedarían de acuerdo con cómo estaban antes de todo el incidente? Dirección de pista no anunciaba ninguna decisión. Se decidió la cuarta largada, con Checo desde la sexta posición de la parrilla, con el abandono de los dos autos de Alpine. Por el toque con Alonso, Sainz fue penalizado con cinco segundos.
Al final, una última polémica en Australia cuando se anunció que se reanudaría la vuelta 58 por detrás del safety car, lo cual generó descontento. A pesar de todas las medidas y tardanzas tomadas, al final se decidió acabar de la manera en la que nadie quería.
FCM