El británico Lando Norris avivó este sábado el Mundial de pilotos con un triunfo sin apenas oposición en el Gran Premio de los Países Bajos de F1, a pesar de una mala salida en la que fue adelantado por el neerlandés Max Verstappen (Red Bull) pero que enmendó dieciocho vueltas después imponiendo el ritmo de su McLaren.
Norris sumó el segundo triunfo de su carrera y alargó de paso la sequía de un Verstappen que ya acumula cinco grandes premios sin ganar, aunque, con el monegasco Charles Leclerc (Ferrari) como 'aliado', volvió a minimizar sus pérdidas y sale de Zandvoort con 71 puntos de ventaja sobre el británico, pese a acabar a 23 segundos de éste.
Por su parte, el español Carlos Sainz (Ferrari) protagonizó una gran remontada, pasando de la décima plaza a la quinta posición, adelantando en pista al español Fernando Alonso (Aston Martin), sobrepasado en la salida por el francés Pierre Gasly (Alpine) y que acabó décimo, y también al mexicano Checo Pérez (Red Bull), que perdió una posición y terminó sexto.
El australiano Oscar Piastri (McLaren), que perdió una posición en la salida y entró enseguida en una lucha por la tercera plaza con Leclerc y el británico George Russell, no fue capaz de adelantar al piloto de Ferrari, que con un ritmo inesperado evitó dar 'aire limpio' a Piastri para abalanzarse sobre Verstappen, acabando tercero.
Todos los planes de McLaren se desmontaron en la salida. Tanto Norris como Piastri salieron rematadamente mal y mientras Norris perdía el liderato en detrimento de Verstappen, Piastri hacía lo propio con el británico George Russell (Mercedes), que se colocaba tercero de manera virtual.
Asimismo, Sainz, que salía décimo, adelantó al canadiense Lance Stroll (Aston Martin), sobrepasado también por el francés Pierre Gasly (Alpine), que con una gran salida se puso séptimo al pasar también a Alonso. El asturiano, séptimo en la salida, reculó a la novena posición en las primeras vultas, adelantado por un Sainz que aspiraba mucho más que a la octava posición.
Por delante, las más de tres décimas de ventaja de Norris en la clasificación sobre Verstappen no salían a relucir en el ritmo de carrera, pues durante las primeras diez vueltas el neerlandés mantuvo a raya al británico, incapaz de reducir el segundo y medio de distancia entre ambos.
Sin embargo, a partir de la vuelta once, con Verstappen a la cabeza, el tricampeón del mundo empezó a mirar por el retrovisor ante un Norris que apenas degradaba con sus gomas medias y que se asomó ya en la vuelta número trece a Mad Max.
Mientras Hamilton, que cambió la dinámica de los diez primeros y salió con gomas blandas en vez de medias, adelantaba a Alonso, Norris acechaba a un Verstappen que no pudo hacer nada para evitar ser adelantado en la recta principal de la vuelta 18 sin demasiadas complicaciones.
Aguantó varias vueltas con la ayuda del DRS, pero el neerlandés se desenganchó de Norris tras el giro número 21. Fue entonces cuando el piloto de Brístol empezó a imponer un ritmo de 'mano de hierro', siendo el único en dar el giro a Zandvoort en minuto y quince segundos, lo que hacía que la diferencia con Verstappen aumentara hasta en siete décimas por vuelta.
El monoplaza austríaco no respondía "a los estímulos", aseguró Verstappen por radio, y por ello mismo se vio obligado a entrar, pero toda esa diferencia que estaba ganando Norris, la estaba perdiendo metros por detrás su compañero Piastri.
En vez de pugnar con Russell por la tercera plaza, el australiano trató de evitar perder la cuarta posición con el monegasco Charles Leclerc (Ferrari), que impresionó con un ritmo que los Ferrari no habían mostrado durante todo el fin de semana.
Leclerc lanzó un undercut para conseguir en boxes lo que no podía lograr en pista y le salió tan bien que no sólo pasó a Leclerc sino también a Russell por la mala parada del británico, aunque Piastri aprovechó el aire limpio para volar, pasar a Russell tras su parada y empezar un ataque lejano a Leclerc por la tercera posición que, sin embargo, no terminó de fraguar.
Norris seguía 'paseándose' por el circuito neerlandés y su única preocupación era que Piastri pudiera llegar a la segunda plaza de Verstappen, que estaba a seis segundos a falta de poco más de veinte vueltas.
Sin embargo, mientras Sainz adelantaba a Pérez aprovechándose de haber parado más tarde y se ponía quinto tras una meritoria remontada, Piastri era incapaz de superar a Leclerc.
Pasaban las vueltas y no había manera. El australiano lo intentó todo, consciente de que si le pasaba podría amenazar a Verstappen por la segunda posición, pero no pudo pasar del cuarto puesto en una carrera en la que Russell y el británico Lewis Hamilton (Mercedes) intentaron lo diferente al resto: pararon una segunda vez, mientras los demás sólo hicieron una parada, pero ni aun así acecharon a Pérez y Sainz.
Así, Norris sigue intentando avivar un Mundial de pilotos que hace apenas unos meses parecía claro para Verstappen, que, sin embargo, lleva ya demasiados grandes premios sin ganar, en parte por un monoplaza que ha dejado de ser el mejor y por ello ahora mira de reojo, y no desde el retrovisor, a Norris, que buscará acercarse todavía más en Monza.