El mexicano Sergio Pérez (Red Bull), segundo en el Mundial de Fórmula Uno, que marcó este viernes, en el circuito de Monza, el tercer tiempo de los entrenamientos libres para el Gran Premio de Italia, el decimocuarto del año, manifestó que fue "una pena acabar el segundo entrenamiento libre así, porque en otro sentido fue un día positivo" para él.
'Checo', nacido hace 33 años en Guadalajara (Jalisco) y segundo en el campeonato - a 138 puntos del líder, su compañero el neerlandés Max Verstappen-, se salió de pista en la parabólica, quedando su RB19 en la grava y provocando una segunda bandera roja con la que acabó su intervención diez minutos antes de lo previsto.
"Fue una pena acabar el segundo entrenamiento libre de esta manera, ya que en otro sentido fue un día positivo. Tuve algo de subviraje a la salida de la curva; pensaba que tenía el coche bajo control, pero toqué la grava y se acabó la partida en ese momento. Dado que esto sucedió al final de mi sesión, esto supuso que perdimos sólo alrededor de dos vueltas, por lo que no cambió mucho el programa que tenía previsto", comentó el piloto tapatío, que cuenta seis victorias en la F1 y en Monza buscará su trigésimo cuarto podio en la categoría reina.
"Al margen de esto, el coche estaba yendo muy bien y me sentía a gusto", apuntó.
"Hemos trabajado realmente duro y logramos dar unos pasos positivos durante la sesión", añadió 'Checo' después de los entrenamientos libres de este viernes en Monza.
"Ahora mismo, el equipo está mirando el daño que tiene el coche. Estaremos en buena forma mañana; y en una buena posición para el resto del fin de semana", comentó el mexicano de Red Bull en el templo de la velocidad.