Es momento de resurgir. La temporada 2024 de Fórmula 1 ha sido una de las más difíciles en la carrera de Sergio Pérez, así como la más complicada desde que forma parte de Red Bull; el receso terminó y vuelve a las pistas para iniciar en Países Bajos un repunte que le permita salir del séptimo lugar en la clasificación.
Tras un impresionante comienzo en 2021, en el que consiguió su primera victoria con Red Bull, además de un sólido desempeño en 2022 y 2023, el piloto mexicano ha enfrentado un año lleno de desafíos en 2024. Con la presión de competir al más alto nivel en una de las escuderías más exigentes de la parrilla, Pérez se encuentra en una situación crítica, donde la carrera de Zandvoort se perfila como un punto de inflexión en su temporada y posiblemente en su carrera con Red Bull.
Un año en picada
La temporada 2024 comenzó con altas expectativas para Pérez y Red Bull. Con un auto competitivo y un equipo decidido a mantener su dominio en el campeonato, el mexicano tenía la responsabilidad de consolidarse como un fuerte contendiente al título, junto a su compañero de equipo, Max Verstappen.
Sin embargo, la realidad ha sido muy diferente. A medida que avanzaba la campaña, Pérez ha enfrentado una serie de problemas, desde fallos mecánicos hasta errores en la pista, que han mermado su rendimiento y lo han alejado de los primeros puestos del campeonato.
Los problemas comenzaron a notarse desde las primeras carreras, donde Pérez, a pesar de mostrar destellos de velocidad, no logró capitalizar en resultados sólidos al tener que sobreponerse al difícil manejo del RB20.
Pero a medida que la temporada avanzó, la presión fue en aumento, y los errores comenzaron a acumularse. Incidentes en carrera, como salidas de pista y problemas en las estrategias de equipo, han contribuido a una sensación general de frustración tanto para el piloto como para el equipo, que no tomó la dirección correcta en el desarrollo del coche y tanto McLaren como Mercedes y Ferrari comenzaron a acercarse.
El ambiente en Red Bull, conocido por su alta competitividad y falta de paciencia ante los malos resultados, ha comenzado a volverse tenso, con rumores sobre el futuro de Pérez en la escudería cada vez más frecuentes.
Las razones de la presión
La crisis de Pérez en 2024 ha sido una combinación de factores internos y externos. Por un lado, la dinámica dentro de Red Bull ha sido un desafío constante. La comparación inevitable con su compañero de equipo, Max Verstappen, quien ha continuado mostrando un rendimiento excepcional pese a que tampoco se ha sentido del todo cómodo en el coche, ha dejado a Pérez en una posición incómoda. Verstappen, con su dominio en las clasificaciones y en las carreras, ha establecido un estándar muy alto, y cualquier error de Pérez se magnifica bajo esta sombra.
Además, la presión mediática y las expectativas de los aficionados han jugado un papel importante en la crisis de Pérez. Cada fin de semana de carrera, las especulaciones sobre su futuro en Red Bull y su capacidad para recuperarse han sido tema de conversación constante. Esta presión ha afectado visiblemente al piloto, quien ha admitido en varias entrevistas que la situación ha sido difícil de manejar.
Los problemas técnicos tampoco se pueden dejar de lado, ya que han sido un factor determinante en la temporada de Pérez. Fallos mecánicos en momentos cruciales y estrategias que no han salido según lo planeado han contribuido a los resultados decepcionantes. Aunque Red Bull ha intentado solucionar estos problemas, la falta de consistencia ha sido evidente, y Pérez ha pagado el precio en términos de puntos y confianza.
La necesidad de resurgir en Zandvoort
Con la temporada avanzando y agotándose todas esas oportunidades para redimirse, el Gran Premio de los Países Bajos representa una de las últimas chances para que Pérez cambie el rumbo de su temporada.
La pista de Zandvoort, conocida por su trazado desafiante y su atmósfera única, ha sido un escenario complicado para muchos pilotos, pero también un lugar donde Pérez ha tenido momentos destacados en el pasado.
En ediciones anteriores del Gran Premio de los Países Bajos, Pérez ha demostrado su capacidad de adaptarse a las demandas de esta pista. Su habilidad para gestionar los neumáticos en un circuito tan exigente ha sido uno de sus puntos fuertes, y en 2023 logró un destacado cuarto lugar, a pesar de haber comenzado la carrera desde la parte media de la parrilla. Estos resultados pasados le dan a Pérez una base sobre la cual construir su confianza de cara a la carrera de 2024.
Sin embargo, las circunstancias actuales son diferentes. La presión sobre Checo no solo son producto de la necesidad obtener un buen resultado en Zandvoort, también de la urgencia de demostrar que aún merece su lugar en Red Bull. La temporada ha estado llena de altibajos, y el Gran Premio de los Países Bajos es el inicio de una carrera a contrarreloj para repuntar y a su vez salvar su futuro en el equipo.
AVV