La historia de Fernando Alonso en la Fórmula 1 es imborrable y, si bien podemos verlo aún sobre las pistas, sus mejores épocas dejaron momentos inolvidables para los amantes del deporte motor aunque seguramente hay algunos que no son tan gratos para el español.
Tal es el caso de la temporada 2010, cuando aún corría para la Escudería Ferrari, pues llegó a la última carrera (en Abu Dhabi) con la oportunidad de llevarse el título mundial luego de una lucha parejera durante todo el año contra el alemán Sebastian Vettel, quien en ese entonces corría para Red Bull.
Un cuarto lugar bastaba para que el Magic conquistara su tercer título en la máxima categoría del automovilismo luego de los que logró corriendo para Renault y, durante la carrera en la capital de los Emiratos Árabes Unidos, parecía posible.
Alonso estaba dentro de las posiciones que le daban el campeonato matemáticamente hablando, sin embargo, la decisión desde los pits de Ferrari fue hacerlo parar para cambiar neumáticos y así protegerse de Mark Webber, un error.
El español mantuvo detrás a Webber, co-equipero de Vettel, sin embargo, no pudo siquiera superar a Vitaly Petrov (6°), ni a Robert Kubica (5°) -ambos de Renault- para pelear por el cuarto puesto con Niko Rosberg de Mercedes, diciendo así adiós al título de campeón del mundo y cediéndolo a Sebastian Vettel.
La equivocación tuvo nombres y, por supuesto consecuencias. Chris Dyer (jefe de ingenieros), Stefano Domenicali (jefe de equipo) y Andrea Stella (ingeniero de Alonso) fueron quienes optaron por hacer parar a Fernando; la molestia de la afición italiana y de la prensa era evidente por lo que tuvo que rodar una cabeza.
El sacrificado terminó siendo Dyer, quien, inmediatamente después de que la temporada llegase a su fin, fue relegado de su cargo dentro de la Escudería del Cavallino Rampante y señalado como el principal responsable de que el campeonato se esfumara.
Fernando Alonso atendió a la prensa y no señaló a nadie, simplemente unas cuantas lágrimas rodaron mientras daba sus impresiones sobre la campaña y la carrera, en las que su escudería tuvo que enfrentar numerosas vicisitudes.
El título se escapó para el español y no pudo volver a alcanzarlo jamás, del otro lado, la historia de Vettel comenzó.
Alonso y Ferrari tomaron caminos separados para la temporada 2015 cuando el español se convirtió en piloto de McLaren por poco más de dos años porque después se tomó un respiro de la Fórmula 1 para correr en Indy Car, 500 Millas de Indianápolis, 24 Horas de Daytona, 24 Horas de Le Mans, entre otras; para 2021 volvió al máximo circuito con Alpine.
SFRM