Por 15 vueltas, Sergio Pérez fue líder del Gran Premio de Azerbaiyán. Pero dos situaciones fueron determinantes para que el mexicano terminara con el segundo lugar en Bakú: el primero fue en la vuelta 9, luego de que apareció el safety car virtual tras el abandono de Carlos Sainz Jr. por problemas hidráulicos. En ese momento, se le habló al mexicano a boxes, pero ya había pasado la entrada a pits cuando recibió el llamado. Eso obligó a mantenerlo en pista aún cuando su juego de gomas medias presentó problemas de tracción.
“Nosotros perdimos la oportunidad con el virtual safety car con una comunicación fallida porque ya habíamos pasados los boxes, cuando arrancamos tenía mucha degradación en la rueda trasera, son muchísimas cosas que iremos viendo por qué sucedieron, pero fue un gran resultado”, reconoció el tapatío al término de la carrera.
La segunda situación se dio en la vuelta 15, cuando le hablaron por radio y le dijeron que no presentara resistencia ante su compañero Max Verstappen. El mensaje fue contundente: “No peleen”, le dijo Christian Horner desde el muro de boxes. Sobre esto, Pérez dijo que fue una decisión correcta, sobre todo porque el neerlandés traía mejor ritmo, sobre todo ante la falta de tracción del mexicano, quien cambió a compuestos duros hasta el giro 17, con una detención tardada en pits.
“Creo que fue el llamado correcto del equipo, Max estaba con una buena ventaja. En este circuito cualquier cosa puede pasar y un 1-2 en este circuito fue el mejor resultado que podíamos tener”, dijo.
A pesar de que le pareció bien resultado, en un inicio se le notó cierta molestia, ya que no respondió en radio cuando lo felicitaron por el segundo lugar. De cualquier forma, 'Checo' consiguió su quinto podio del año y se metió en el segundo lugar del campeonato de pilotos de la Fórmula 1, con 129 puntos, a 29 unidades de su compañero Max Verstappen.
MGC