El campeón de la Formula 1 celebra otro año de vida. Por lo mismo recordamos cómo fue parte de su educación al ser hijo de un ex piloto de la máxima categoría como Jos Verstappen y Sophie Kumpen, quien manejó de manera excelente en la categoría karts. Con esos padres, solo había un camino. Se entienden las grandes posibilidades que tenía Max Verstappen de niño para desarrollarse en las carreras y si bien su adn lo colocó como candidato, no fue el único factor clave para convertirse en el referente actual del automovilismo.
Los pronósticos son que mantenga su nivel hasta la siguiente década, pues disfruta de la juventud como piloto. Sin embargo su padre se encargó de darle una educación meticulosa, algunos dirían extrema, para convertirle en el mejor del mundo. Ya en 2015 era considerado un prodigio por su velocidad y madurez, y si bien muchos consideran su ascenso rápido, ya que estuvo compitiendo solo un año antes de llegar a la F1, la realidad es que su desarrollo empezó desde los cuatro años y medio, cuando se subió a un kart por primera vez después de llorarle a sus padres.
A los siete años ganó su primera carrera. A los nueve ya era campeón de Bélgica y de Países Bajos y a los 16 campeón europeo y del mundo en las dos categorías más importantes de karting. En todo ese camino, siempre presente estuvo su padre, que se encargó de la ingeniería y mantenimiento de los vehículos de Max mientras estaba en la escuela, los cuales probaban tres veces a la semana. Después la práctica incrementó, si bien Max ha declarado que su prioridad siempre fue manejar, agradece a su padre que le haya enseñado la parte de la maquinaría.
“Incluso en carreras le dije que como estaba ganando tan fácil no podía rebasar en cierta curva o en cierta parte del circuito. Así tenía que buscar diferentes estrategias. Era para ponérselo más difícil y encontrar otras maneras de mejorar” declaró su padre en una entrevista. Donde también reveló que incluso cuando era pequeño y hacía mucho frío, aún así ponía a Max a dar vueltas y entrenar. A pesar del duro amor, no hay duda de que el esfuerzo dio resultados.
JR