Pierre Gasly y su cuenta pendiente en la Fórmula 1

El Gran Premio de Italia se lo llevó un piloto francés, mismo que en agosto de 2019 perdió su asiento en el equipo Red Bull

Pierre Gasly, piloto francés (Reuters)
Luis Ramírez
Ciudad de México /

Para aquellos pilotos que buscan alcanzar la Fórmula 1 pero detrás no cuentan con una chequera familiar extensa, los programas de desarrollo para jóvenes como el de Red Bull Racing son la única esperanza. Gracias a ello, nombres destacados han llegado a la máxima categoría: Sebastian Vettel, Max Verstappen, Daniel Ricciardo y el francés Pierre Gasly.

El triunfo del francés en el GP de Italia lo convirtió en el vencedor 109 de la serie en el año en que la categoría festeja su aniversario 70, el primero de 2020 que no es un Red Bull o un Mercedes.

De hecho, tuvieron que pasar ocho años y un mes para tener un podio en el que ningún piloto de la marca alemana, la casa austriaca o Ferrari estuvieran presentes, remontándonos hasta el GP de Hungría de 2013 donde McLaren y Lotus coparon las primeras plazas. Ahora, fue el turno de Gasly, Carlos Sainz (McLaren) y Lance Stroll (Racing Point).

El éxito del nacido en Ruan, Francia, es la recompensa a un piloto que en agosto de 2019 perdió su asiento en el equipo Red Bull y fue degradado a Toro Rosso, ahora AlphaTauri, y que en ese mismo momento vio como uno de sus amigos, Anthoine Hubert, entregaba su vida en el fatídico accidente de la Fórmula 2 en Spa-Francorchamps.

Su regreso a la escudería de Faenza hacía pensar que era el primer paso para su salida al final del año de la estructura, tal como le ha sucedido a otros pilotos que han sido devorados y desechados por el programa de desarrollo de la compañía de bebidas energéticas. Pero un primer podio en Brasil 2019 y la falta de jóvenes con la capacidad de obtener la superlicencia para ascender en 2020 a la F1, llevaron a Helmut Marko, asesor de deporte motor de Red Bull Racing, a dejarlo un año más con ellos.

LAS CARTAS EN SU CONTRA

La imagen de Gasly en solitario, sentado en lo más alto del podio, son el reflejo de lo que puede ser la Fórmula 1. Cuando el éxito llega todos están ahí, pero una vez que el fervor pasa se alejan.

FOTO: Reuters

El francés vivió esta experiencia en carne propia en 2019. Su ascenso al equipo A junto a Max Verstappen parecía un cuento de hadas. Con apenas 26 carreras en la categoría estaría en un monoplaza competitivo.

Su sueño se desgranó desde las primeras carreras cuando vio como toda la atención y servicios eran para el joven holandés, mientras que él recibía la presión de no entregar resultados en un equipo que estaba diseñado para responder principalmente a las necesidades de Verstappen.

Gasly seguro no olvida las palabras de Helmut Marko al explicar como el francés era incapaz de ofrecer resultados con Red Bull: “Gasly no ha cumplido con las expectativas hasta ahora. Tiene que hacerlo. Siempre busca el fallo en el coche o en el chasis”.

Con un campeonato de la GP3 Series en sus espaldas y uno de la Súper Fórmula japonesa, ambas series con alto prestigio en el desarrollo de pilotos, él sabía que no estaba acabado y solo necesitaba una oportunidad para demostrar lo que tanto pedía Helmut, que todos aquellos que quisieran triunfar en Red Bull tenían que acercarse a los resultados que consiguió en su momento .

Así, 4 mil 371 días después de la hazaña de Vettel en Italia en 2008, quien ganó con un coche poco competitivo y con una dosis de suerte, la historia se repitió. Una bandera roja y una sanción inesperada un joven piloto alemán quien hasta hoy, había sido el único piloto en ganar con Toro Rossoa Lewis Hamilton abrieron la oportunidad para que Gasly demostrara su talento, pero también para dar un golpe de autoridad ante Helmut Marko, porque el francés hizo algo que ni Verstappen consiguió: un triunfo con el equipo B donde los recursos son la mitad de lo que maneja la operación principal.

FCM

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