No solo tiene experiencias en las pistas, también las viven con las culturas que visitan. Los pilotos de Fórmula 1 aprovechan sus estancias en los países que recorren en el Campeonato Mundial para acercarse a las culturas y aprender de su gastronomía, como le pasó a Charles Leclerc durante la semana previa del Gran Premio de la Ciudad de México.
El piloto monegasco tuvo la oportunidad de aprender a hacer tortas de chilaquiles, desde el proceso de cortar el bolillo, untar los chilaquiles y colocarle la crema y la cebolla al gusto, además de recibir una breve explicación sobre lo usual que es este alimento callejero, uno de los más populares en la capital del país.
Para que su torta de chilaquiles resultara en éxito total, Leclerc tuvo la ayuda de Fermín la calaca para que su alimento tuviera las auténticas características de un platillo chilango. Eso sí, Charles no quiso probarla porque momentos antes había comido un picante que fue demasiado para él, en tanto Carlos Sainz Jr. no estuvo presente en la actividad debido a que tuvo una molestia estomacal que no pasó a mayores.
Más tarde, Sergio Pérez y Max Verstappen también tuvieron la oportunidad de disfrutar de una piñata en el paddock del Autódromo de los Hermanos Rodríguez. El mexicano y el neerlandés no tardaron más que un par de minutos para romper la piñata y lanzarse para quedarse con la mayor cantidad de dulces.
Treinta minutos después, Valtteri Bottas y Guanyu Zhou tuvieron una dinámica de piñata similar, con la particularidad de que antes de acceder a las piñatas, tuvieron el reto de manejar un auto a control remoto y tratar de pasarlos por un camino de conos sin tratar de derribar uno solo.
Todos los pilotos tuvieron diferentes actividades en el paddock o su hospitality antes de ponerse en marcha con su preparación para el Gran Premio de la Ciudad de México, cuyas primeras actividades serán este viernes con las primeras sesiones de entrenamientos libres.
MGC