Alemania no pasó este miércoles de un empate 1-1 ante Dinamarca, pese a haber sido superior en casi todos los aspectos, haber tenido más llegada y no haber permitido mucho a los daneses, en un partido amistoso disputado en la localidad austriaca de Innsbruck.
Dinamarca tuvo una ocasión, en la segunda parte, y marcó por intermedio de Poulsen. Alemania tuvo varias llegadas, entre ellas dos remates al larguero, pero no supo traducir su superioridad en el marcador.
Alemania tuvo un control casi absoluto en la primera parte aunque no llegó a abrir el marcador. La ocasión más clara llegó poco antes del descanso, con un remate al larguero de Serge Gnabry en el minuto 44.
Antes, Thomas Müller también había estado cerca, con un remate de cabeza al que no logró darle colocación en el minuto 14 a pase desde la mitad del campo de Joshua Kimmich.
Alemania tuvo otras dos buenas llegadas, con un remate por encima de Leroy Sané en el 28 y una falta lanzada por Kimmich en el 35 en la que Mats Hummels por muy poco no llegó al remate.
El equipo de Joachmim Löw jugada con una defensa de tres hombres bastante adelantada.
Cuando Alemania tenía la pelota, Mathias Ginter solía aparecer prácticamente como lateral proyectado al ataque y además dos carrileros, Lukas Klostermann por la derecha y Michael Gosens por la izquierda, reforzaban el trabajo ofensivo.
Defensivamente los alemanes le permitieron poco a los daneses con el centro completamente cerrado y con un rápido retorno de Kimmich y de Florian Neuhaus en las pérdidas de pelota.
En el 48 Neuhaus abrió el marcador, con un remate desde corta distancia en una jugada que empezó con un centro de Gosens desde la izquierda. La pelota, tras un rebote, le quedó a Neuhaus, que definió sin problemas.
Después, Dinamarca se mostró más ofensiva y en la única llegada clara, en el 71, Poulsen marcó, a gran pase de Eriksen desde el centro del campo.