Por ponerlo en pocas palabras, Andrew Watson fue el primer futbolista de raza negra en ser seleccionado nacional. Aunado a eso fue el primer capitán internacional, lo hizo en tres partidos para Escocia entre 1881 y 1882. Su legado va más allá de haber roto una barrera de color, pues los registros indican que incluso fue pionero del propio deporte y fue quien enseñó a varios colegas el cómo jugar futbol en los setenta y ochenta de 1800.
En 1875 entró a la Universidad de Glasgow para estudiar matemáticas, filosofía natural e ingeniería civil, se fue al año para casarse y trabajar, pero desafortunadamente su primera esposa falleció. Había heredado buena fortuna de su padre que fue dueño de una plantación, por lo que no tuvo problema en concentrarse en el futbol amateur. Vivía en Govan y jugaba para el Maxwell FC pero de inmediato captó la atención de clubes más grandes, así llegó al Queen’s Park Rangers.
Los escoceses lo recuerdan de manera histórica por un duelo que terminó en goleada 6-1 en Londres entre Inglaterra y Escocia. Es hasta hoy una de las mayores humillaciones históricas en la rivalidad. De no haber sido porque su trabajo lo llevó a mudarse a Londres y Liverpool, Andrew pudo haber disputado más duelos con su selección, pero la federación solo permitía llamados a futbolistas de la liga nacional.
Su historia se perdió hasta que en 1990 investigadores del museo nacional de futbol de Escocia la dieron a conocer. Tuvieron que pasar 93 años para que otro jugador, Paul Wilson, que no fuera blanco jugara en la Selección Escocesa. Andrew Watson también fue el primer administrador de futbol negro, el primer jugador negro en ganar un trofeo nacional y primero en jugar la FA Cup. Falleció el 8 de marzo de 1921 a los 64 años de edad en Londres por neumonía.