Un gol del noruego Martin Odegaard y otro del francés Alexandre Lacazette desactivaron el golazo de rabona de Erik Lamela, que después terminó expulsado, en la derrota del Tottenham ante el Arsenal en el derbi del norte de Londres (2-1).
Fueron inferiores los de José Mourinho, pero una genialidad de Lamela los mantuvo en el partido hasta que se impuso el futbol del bloque de Mikel Arteta, quien sorprendió en la previa dejando fuera del once titular a Pierre-Emerick Aubameyang por "problemas de disciplina".
El Tottenham solo disparó una vez a puerta en la primera parte, pero fue espectacular. Uno de los goles más bonitos en los últimos tiempo en la Premier League que nació de una ocurrencia en milésimas de segundo de Lamela. Un cambio de orientación de Bale lo acomodó Reguilón al área, Moura hizo una dejada y Lamela apareció desde atrás para meter de rabona, entre tres jugadores, uno de los goles más inesperados de los últimos años.
Un golazo que recordó a un Lamela mucho más joven que utilizó el mismo recurso en un partido de la Europa League en 2015. Ni siquiera Reguilón se podía creer lo que acababa de hacer el argentino, mientras corrían a celebrar el tanto.
Sin embargo el fútbol pronto impartió justicia. El Arsenal había merecido mucho más y ya se había topado con el palo en un lanzamiento de Smith Rowe desde fuera del área. Soares también vio la madera en un disparo desde segunda línea y no fue hasta un rechace cuando el Arsenal igualó el partido.
Una gran jugada de Kieran Tierney por la banda la culminó dentro del área Odegaard, con un remate que tocó en Toby Alderweireld para despistar a Hugo Lloris.
El Arsenal era superior y el Tottenham estaba como perdido. Sin balón se diluía Bale, quien se fue a los 57 minutos sustituido por Mousa Sissoko, solución de Mourinho para tratar de recuperar el centro del campo.
Además, la lesión de Heung-min Son restaba colmillo a un Tottenham que en cierto punto empezó a firmar el empate. Pero su racanería e impotencia fue castigada.
Davinson Sánchez se llevó por delante a Lacazette dentro del área y Michael Oliver, pese a que Mourinho negaba desde el banquillo, señaló la pena máxima. El VAR confirmó la decisión del colegiado y Lacazette engañó a Lloris.
El Tottenham se fue del partido y Lamela manchó su rabona cuando fue expulsado por doble amarilla en un espacio de siete minutos. Con la marcha del argentino se hundieron las opciones de remontada de los Spurs, más aún cuando anularon el empate por fuera de juego a Kane y cuando el delantero lanzó al palo en el descuento, y el Arsenal avanzó hacia su primer triunfo en el derbi del norte de Londres desde diciembre de 2018.
Los de Arteta se quedan décimos, con 41 puntos, mientras que el Tottenham se descuelga de la lucha por la Champions League y es séptimo con 45 unidades.