El presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, aclaró que la decisión de que haya o no público en la fase final de la Liga de Campeones, que se disputará en Lisboa del 12 al 23 de agosto, corresponde al país anfitrión.
"Si fuera una situación que aconseja que no haya público, no habrá. Es decir, quien manda es el país donde se celebra", aclaró hoy el jefe del Estado portugués en declaraciones a los periodistas en Lisboa.
El presidente luso insistió, acerca de la elección de Lisboa como sede, en que "para la economía del país significa una promoción que no tiene precio".
Portugal ha sido uno de los países menos afectados por la pandemia en el sur de Europa, aunque desde finales de mayo han sido detectados varios brotes en cinco zonas de Lisboa y hay dificultades para controlar sus cadenas de transmisión, reconoció ayer la ministra de Salud de Portugal, Marta Temido.
La fase final la disputarán a partido único los cuatro equipos que se clasificaron para cuartos de final antes del parón por la pandemia del coronavirus y los cuatro que salgan de las eliminatorias que aún deben decidirse.