En el año 2004 Pumas fue el equipo de moda y lo fue por el futbol que desplegaba y por la identidad que generó en diversos aficionados. Eran los días en los que Hugo Sánchez estaba al mando del equipo. El cuadro auriazul ya le había ganado el título de Liga a Chivas en una dramática serie de penales. Entonces, desde España llegó la invitación para viajar a la capital del país. El Real Madrid le ofrecía jugar un partido amistoso en el que se disputaría la XXVI edición del trofeo Santiago Bernabéu.
La respuesta fue positiva, la directiva no dudó en enviar la confirmación. El martes 31 de agosto,Universidad salió al terreno de juego dispuesto a plantarle cara a uno de los mejores equipos del mundo, al que le faltaban algunos de sus jugadores porque la temporada en España apenas estaba por iniciar. Sin embargo, el once del Madrid presentaba figuras indiscutibles que marcaron una época en el equipo blanco, pues Raúl e Íker Casillas se encontraban con la selección española, y Ronaldo Nazario y Roberto Carlos con la brasileña.
Tipos como David Beckham, Guti, Michel Salgado, Michael Owen o Fernando Morientes fueron parte del elenco que presentó el entrenador José Antonio Camacho. Mientras, Hugo Sánchez, consciente de la atmósfera que vivirían sus jugadores, trabajó en una de las cosas que mejor se le daban al Pentapichichi: la cuestión mental. Hugo fue preparando a sus jugadores con antelación y les metió en la cabeza que podían hacerle juego al Madrid, que era un partido y que tenían la capacidad para ganar.
Los privilegiados
Pumas alineó con lo mejor que tenía: Sergio Bernal, Israel Castro, Joaquín Beltrán, Darío Verón, Jaime Lozano, José Luis Parejita López, Gerardo Galindo, Leandro Augusto, Joaquín Botero, Francisco Kikín Fonseca y Diego Alonso. El 4-4-2 característico de Hugo. El juego inició con una escuadra universitaria buscando el arco del portero César. Al minuto 9, Diego Alonso gozó de la primera ocasión cuando Botero peinó con la cabeza y habilitó al charrúa que le pegó con la derecha desde fuera del área y la pelota se fue por un costado.
El empate prevalecía, Santiago Solari buscaba activarse por la banda izquierda, conectaba con Beckham que exigió a Sergio con un tiro de media distancia, pero el arquero apagó el peligro con mucha seguridad. Llegó el descanso y el plan de partido iba conforme al guion, se estaba compitiendo y dejando una buena imagen ante el conjunto merengue.
Castro hace historia
Para el complemento, Camacho fue el que más piezas movió, cuatro cambios, mandó al campo a Zinedine Zidane y a Luis Figo, es el lujo que siempre ha podido darse el Madrid, de tener a jugadores históricos y de mucha calidad,pero eso no espantó a Universidad. Hugo mantuvo la estructura, no le movió al equipo, no había necesidad cuando el equipo funcionaba de manera sistemática.
Como era de esperarse, el nivel del Madrid subió, tuvo más presencia en el área universitaria, pero el cuadro azul y oro no perdía la compostura. Joaquín Botero arrancaba desde la banda izquierda, recortó a un defensa y tiró por encima, se lamentaba Pumas que deja ir otra ocasión. El juego se hacía adulto, el Madrid a lo suyo y Universidad también, a esas alturas tener el cero representaba un gran resultado.
El cronómetro marcaba 69 minutos con 15 segundos cuando Israel Castro sacó de su pierna derecha una raya que hizo una espectacular comba y que doblegó el lance de César. El lateral derecho había sorprendido a todos, a Solari que fue pasivo en la marca y le permitió tirar una pared con el Parejita López, y justo antes de que Guti llegara a marcarle, Israel le metió todo el empeine para un golazo histórico.
Claves
El jersey de Zidane
Jaime Lozano era un admirador del francés y en cuanto acabó el partido, el Jimmy fue al vestidor blanco para conseguir la playera de su ídolo y la obtuvo.
Marioni ya no estaba
Bruno Marioni no fue parte del equipo que logró el Santiago Bernabéu, porque el argentino dejó el club, en su lugar llegó Diego Alonso.
Una gesta
Si Pumas vence al Barcelona, será el primer club en la historia en tener en su poder tanto el Trofeo Santiago Bernabéu como el Joan Gamper.
MGC