El delantero del Barcelona Ousmane Dembélé volará esta tarde con la expedición azulgrana desde Dallas a Las Vegas, donde el equipo de Xavi Hernández se enfrentará el próximo miércoles al Milan en un amistoso que probablemente no juegue el internacional francés, pendiente de su fichaje por el Paris Saint-Germain.
Fuentes del club español confirmaron a EFE que Dembélé ya les ha comunicado oficialmente por escrito su deseo de irse al PSG, y que el Barça le ha dado cinco días de plazo para negociar con el club francés y presentar una oferta de traspaso que sea atractiva para ambas partes.
El jugador tiene una cláusula de rescisión de 50 millones de euros hasta las 23:59 de este lunes y, a partir de este martes, dicha cláusula pasa a ser de 100 millones. En ambos casos a repartir, a partes iguales, entre el Barcelona y el propio Dembélé.
El pacto verbal al que han llegado el club y su jugador es no remitirse al pago de esa cláusula, que tiene un tratamiento fiscal más lesivo para el futbolista, y llegar a un acuerdo de traspaso por una cantidad superior a esos 50 millones, lo que también aumentaría lo que el Barcelona se embolsaría en la operación.
Una negociación a tres bandas que muy probablemente acabe con Ousmane Dembélé vistiendo la camiseta del PSG, ya que el Barça ya ha comunicado al extremo que no piensa pujar con el club parisino y aumentarle la oferta económica de renovación.
Y es que la entidad azulgrana, que pagó 135 millones por el punta francés al Borussia Dortmund en 2017, sabe que, pese a tratarse de uno de los jugadores preferidos de Xavi Hernández, no puede asentar su proyecto de futuro en alguien tan poco fiable como el francés. Un futbolista enormemente talentoso, pero de rendimiento muy irregular y con un largo historial de lesiones.