La selección mexicana cumplió con el objetivo en El Salvador, conseguir los tres puntos, tras imponerse 2-0 en el Estadio Cuscatlán. Si bien la exigencia para el Tricolor es siempre imponerse en la Concacaf con un estilo que agrade, no lo hizo, no agradó, pero también hay que mencionar que no era sencillo lograrlo ante un rival que se dedicó a pegar, a cortar el juego en todo momento, que no intentó imponerse con futbol sino con patadas, y que en varias ocasiones puso en peligro a los futbolistas del Tricolor.
En este tipo de encuentros lo que se debe hacer es ganar como sea, quedarse con los tres puntos y seguir el camino rumbo a Qatar 2022 sin contratiempos en los estadístico, porque ante los salvadoreños no se podía lucir como se quería.
Gerardo Martino envió a la cancha a ocho jugadores distintos respecto al duelo anterior ante Honduras. El Tri arrancó con Guillermo Ochoa en la portería. En la defensa Néstor Araujo, Héctor Moreno, Julio Domínguez y Osvaldo Rodríguez. En el mediocampo, Luis Romo, Carlos Rodríguez, Orbelín Pineda. En el ataque, Alexis Vega, Hirving Lozano y Rogelio Funes Mori.
Pese a algunas dificultades, México tuvo algunos tiros al marco que, para su mala fortuna se fueron desviados. Sin embargo, la constante del rival fue frenar a los pupilos de Gerardo Martino con faltas, sobre Carlos Rodríguez, Alexis Vega, Héctor Moreno, en una primera instancia. Por supuesto, la circulación del esférico se cortaba ante estas entradas.
El ambiente, como era de esperarse, fue hostil en todo momento desde la tribuna. Incluso, se aventaron algunos vasos al campo cuando había un saque de manos o tiro de esquina. México buscaba como podía llevar la bola a terreno enemigo, y fue al minuto 30’, que Héctor Moreno mandó el balón al fondo de la red con un remate con la cabeza.
Después, un tiro de larga distancia de Lozano por poco y sorprende al arquero Mario González, quien al final mandó el balón para tiro de esquina. En los siguientes minutos, la posesión seguía en poder del Tricolor, lo negativo es que El Salvador no buscaba emparejar el marcador con buen futbol, sino que se dedicó a cometer faltas. No había intensidad, mucho menos futbol para crear jugadas que pudieran robarle el esférico a los mexicanos.
Al arranque del segundo tiempo, Mario Jacobo fue expulsado por una falta sobre Rogelio Funes Mori en los linderos del área. En el cobro, Jesús Manuel Corona sacó un potente disparo que pasó muy cerca de la portería. México estaba encima, buscaba por los costados, por el centro, pero no estaban certeros, sus tiros salían muy desviados. El cuadro nacional necesitaba imponer sus condiciones, y no lo hacía aunque tenía un hombre más.
Entre tantas patadas, Luis Romo tuvo algunas molestias al minuto 58, y al 62’, el médico del Tricolor, tuvo que ingresar de nuevo a la cancha por una falta sobre Osvaldo Rodríguez, afortunadamente, no pasó a mayores. Gerardo Martino movió sus piezas, Héctor Herrera entró por Orbelín Pineda, Jesús Gallardo por Oswaldo Rodríguez, y Raúl Jiménez por Rogelio Funes Mori. Y al 67’, Néstor Araujo recibió la roja por un manotazo en la cara sobre Alexander Larín, por lo que de nueva cuenta el “Tata” tuvo que sacar a Lozano y meter a Luis Rodríguez como lateral, y así movió al “Cata” Domínguez a la central.
Fue hasta el final del encuentro que el árbitro marcó penal sobre Raúl Jiménez, y el mismo delantero del Wolverhampton lo concretó para cerrar la cuenta a favor del Tricolor 2-0.