A simple vista parece un iglú en el desierto. Su forma esférica y el color blanco evoca más esas distintivas construcciones de las regiones de Alaska o Groenlandia. Pero no… lejos del hielo y la nieve, y sí acompañado por la arena y el sol, en Qatar se levantan estas construcciones que servirán como una opción de alojamiento durante la Copa del Mundo: las famosas Fan Village del desierto qatarí.
La estructura es básica y funcional: un par de camas, un baño austero y aire acondicionado es lo mínimo necesario para que el aficionado al futbol pueda tener una estancia tranquila durante el Mundial que se celebrará el próximo año en este país.
Trabajando a marchas forzadas
En Qatar viven 2.5 millones de habitantes; sin embargo, para noviembre del próximo año se espera que en el país haya casi 4 millones durante los 30 días que durará la Copa del Mundo. Más de un millón de turistas –entre ellos unos 40 mil mexicanos– estarán arribando por esas fechas para presenciar el primer Mundial de medio oriente.
Es por esa razón que a unos cuantos días de que termine el año, la ciudad entera está trabajando a marchas forzadas para concluir las últimas obras y darle la mejor cara al mundo.
En todos los niveles se afinan detalles. Desde los impresionantes edificios y rascacielos que pretenden inaugurarse antes del comienzo del Mundial, hasta la expansión de viviendas a las afueras de Doha.
Se sabe muy bien que con la infraestructura hotelera no bastará para cumplir con la demanda durante la Copa del Mundo, por esa razón y aprovechando su puerto marítimo, el país árabe tendrá dos cruceros para albergar a más de cinco mil personas, así como otras 16 unidades llamadas hoteles flotantes de cuatro pisos.
Y a los que se refiere a la Fan Village, al menos se espera que en estas casas de campaña, más de 15 mil turistas se alojen durante la Copa del Mundo –aproximadamente a 40 minutos de la ciudad y los estadios– para aprovechar los recursos que cuenta Qatar, incluso con el desierto mismo.