La Federación Turca del Fútbol (TFF) decidió este jueves inhabilitar de por vida para participar en cualquier actividad relacionada con el fútbol a Faruk Koca, presidente del Ankaragücü, que el lunes pasado agredió a un árbitro.
El Consejo Disciplinario del Fútbol decidió castigar con un veto de cinco años a Koca, medida que "al superar los tres años se convierte en permanente", anunció la TFF en un comunicado.
Faruk Koca está en prisión preventiva desde el martes por haber asestado un puñetazo al árbitro Halil Umut Meler al terminar el partido del Ankaragücü contra el Rizespor (1-1) en el estadio del primero, en Ankara, el lunes pasado.
El caso ha provocado un enorme escándalo en Turquía, por mostrar, en opinión de muchos expertos, el escaso respeto a los colegiados y la sensación de impunidad que tienen personas como Koca, empresario y exdiputado del partido en el poder, el islamista AKP.
La TFF también impuso al Ankaragücü, cuyos hinchas invadieron el césped y se sumaron a la agresión a Meler, una multa de dos millones de liras (unos 65 mil euros) y el equipo deberá jugar sin espectadores los próximos cinco partidos de competición en casa.
Además de Koca, cuatro directivos del club han recibido una amonestación y dos de ellos multas y suspensiones de entre 45 y 75 días, mientras que dos empleados que se sumaron a la agresión también serán inhabilitados de por vida.
En su primera reacción, la TFF había suspendido los partidos de todas las ligas de fútbol del país, pero las competiciones se reanudarán el próximo martes.
Meler, que sufrió un hematoma bajo el ojo izquierdo por el puñetazo de Koca, salió del hospital el miércoles y, según la federación, se espera que continúe ejerciendo como árbitro.