Una sola jornada después de su triunfo por 0-4 frente al Aston Villa y de creerse capaz de alcanzar las plazas de la Liga de Campeones, el Tottenham recayó de forma inesperada, doblegado sin matices por el Fulham, los goles de Rodrigo Muniz (2) y Sasa Lukic y sus concesiones defensivas, decisivas en su irrebatible derrota (3-.0).
Un tropiezo inoportuno cuando se abría el horizonte de la cuarta posición (de haber ganado había sobrepasado en ese puesto en la tabla al Aston Villa con los mismos 28 encuentros), pero también indictativo de los altibajos por los que se ha movido en todo el curso el equipo de Ante Postecoglou, que no ha ganado ya doce de los 28 partidos jugados en esta Premier.
Después de soportar la ofensiva inicial, sostenido por Vicario, el Tottenham encajó el gol en cuando menos lo intuía. Se sentía más ágil, cómodo y dominador, incluso, que su rival, cuando Antonee Robinson divisó las grietas defensivas visitantes en un contragolpe y centró un balón estupendo para la definición magnífica de Rodrigo Muniz. Era el minuto 42.
En su primer partido como titular desde su fichaje invernal por 30 millones de euros procedente del Génova, el 1-0 dejó en mal lugar a Dragusin. El defensa internacional rumano no atendió como debía al desmarque de Rodrigo Muniz, que remató demasiado solo, demasiado fácil, cuando al menos debería haberse interpuesto u opuesto el zaguero.
Un desajuste, como también lo fue la jugada del 2-0, cuando Castagne centró y Lukic remató completamente solo con la rodilla para batir a Vicario en el comienzo de la segunda parte. Ni siquiera habían transcurrido cuatro minutos de la reanudación. Un impulso definitivo para el Fulham. Un golpe rotundo para el Tottenham, de repente desmoronado.
Cuando perdía por 2-0, cerca de la hora de encuentro, aún sólo se contaba un tiro entre los tres palos sobre la portería rival de los Spurs. No resurgió. Ni llegó ni dio sensación de hacerlo en el tramo posterior al segundo tanto en contra, cuando debería haber demostrado una rebeldía o una reacción frente a un resultado tan adverso tan pronto.
La parada de Vicario a Castagne, entre el naufragio por las bandas y el centro de la defensa del Tottenham frustró unos instantes tan solo el 3-0, que apareció en la siguiente oportunidad, en el saque de esquina posterior. Muniz aprovechó el rechace en el palo al remate a la media vuelta de Bassey para poner aún más en evidencia a su contrincante.
El delantero brasileño, autor de su octavo gol de la temporada entre todas las competiciones, se hizo daño en el remate. En su lugar entró Raúl Jiménez. Sin pausa, aún pudo ser peor para el Tottenham. El fuera de juego del atacante mexicano invalidó el 4-0 recién entrado al campo después de seis encuentros de baja. Se lesionó el 30 de enero.
JCVL