El Real Madrid sufrió para llevarse los tres puntos en su visita al Huesca, colista de LaLiga, un triunfo que mete a los blancos en la segunda plaza provisional de la clasificación, con tres puntos más que el Barcelona.
Además de por los puntos, la victoria tendrá un efecto balsámico para el Real Madrid y para su entrenador Zinedine Zidane, muy criticado tras los recientes malos resultados del equipo: eliminación en semifinales de la Supercopa (2-1 contra el Athletic) y la Copa del Rey (2-1 frente al Alcoyano) y la derrota en Liga la última jornada contra el Levante (también por 2-1).
"Los jugadores han creído hasta el final, sabiendo que había que sufrir. Hemos sufrido, como siempre, y hemos logrado una buena vitoria. Era importante sumar y ganar hoy para volver (a pelear por la Liga)", destacó tras el partido Zidane, que insistió en su mensaje del viernes de que el equipo no se va a rendir.
"El equipo va a pelear, no vamos a bajar los brazos nunca. En momentos de dificultad, al revés. Sabemos que tenemos que poner la cara y vamos a pelear hasta el final. Somos segundos y nosotros queremos más".
Frente a un equipo muy organizado en defensa y que se adelantó con un tanto de Javi Galán nada más comenzar la segunda parte, el central francés Raphaël Varane, inhabitual en tareas ofensivas, fue el artífice de la remontada con un doblete (55 y 84).
La actuación del central francés es una buena noticia para el Real Madrid teniendo en cuenta que su compañero habitual en el eje de la defensa, el capitán del equipo Sergio Ramos, podría estar de baja varias semanas tras ser sometido este sábado a una artroscopia en su rodilla izquierda.