La Audiencia Nacional española confirmó que el ex presidente de la Real Federación Española de Futbol (RFEF) Luis Rubiales irá a juicio por el beso no consentido que dio a la futbolista Jennifer Hermoso, tras la final del mundial femenino y las supuestas coacciones a la jugadora y a varios de sus allegados para que saliera públicamente en un video a restar importancia a lo ocurrido.
La Sala de lo Penal rechazó tanto el recurso de Rubiales como el de los otros tres acusados: el director deportivo de la selección masculina, Albert Luque, el ex entrenador de la selección femenina Jorge Vilda y el ex responsable de marketing de la Federación Rubén Rivera, que se sentarán en el banquillo por las supuestas coacciones a las que sometieron a la jugadora para que dijese que el beso había sido consentido.
La Fiscalía pide para ellos condenas de hasta dos años y medio de prisión.
En cuatro autos, uno por cada recurrente, la Sección Tercera de la Sala de lo Penal explicó que en la fase procesal en la que se encuentra la causa no se persigue la acreditación de hechos, sino que se trata de un impulso procesal en el que el órgano instructor tiene que valorar si existen indicios para continuar la tramitación del procedimiento.
En este caso, la Sala consideró que los hechos que se describen en el auto recurrido recoge indicios que encajan en la descripción típica de un delito contra la libertad sexual y otro de coacciones ya sean del 172.1 del Código Penal o de carácter leve.
El tribunal indicó que las consecuencias jurídicas “del beso y del constreñimiento no puede ser objeto de valoración en este momento”.
La Sala también explicó que los recurrentes pretenden en este trámite procesal confrontar las declaraciones como si se tratase del juicio oral. Los testigos, según el Tribunal, relatan unos hechos que son susceptibles de encuadrarse en los dos delitos, por lo que el desafío probatorio corresponderá a la fase del plenario y no a la instrucción, “que se limita a determinar si existen indicios y si son subsumibles en un tipo penal. Ambas exigencias se cumplen en el auto recurrido”.
En su declaración ante el juez Rubiales defendió ese beso como “algo natural” entre dos personas que han convivido mucho tiempo y negó haber presionado a la jugadora, según extractos de su declaración publicados por el digital El Español.
“¿Cómo le voy a pedir perdón si estábamos los dos súper contentos?”, dijo durante el interrogatorio para tratar de justificar ese acto, que fue retransmitido en directo por televisiones de todo el mundo.
Tras esa declaración, el magistrado le prohibió a Luis Rubiales acercarse a menos de 200 metros de la jugadora y comunicarse con ella mientras avanza la investigación.
FCM