El Tottenham inglés sumó el punto que necesitaba para acceder a los dieciseisavos de final de la Europa League, pese a dejarse escapar la victoria (3-3) en su visita al campo del LASK Linz austríaco en el tiempo de prolongación.
Con la mente más puesta en el encuentro que la enfrentará el próximo domingo con el Arsenal y en el que los Spurs tratarán de defender el liderato de la Liga inglesa, el técnico portugués Jose Mourinho no dudó en introducir hasta ocho cambios en el equipo inicial.
Entre ellos, el galés Gareth Bale, que firmó en el tiempo de prolongación de la primera parte el momentáneo (1-1), en el único remate entre los tres palos del conjunto inglés en todo el primer período.
Un gol que pareció hacer reaccionar al Tottenham, que mejoró notablemente en la segunda mitad, como evidenciaron los tantos del surcoreano Son Heung-Ming y Dele Alí, que puso el 2-3 a los 87 minutos desde los once metros.
Pero ni aun así pudo hacerse con la victoria el conjunto inglés, que vio como en el tiempo de prolongación el francés Mamoudou Karamoko les privaba (3-3) del triunfo, pero no así de la clasificación.