El Bayern Múnich, vigente campeón de Europa, dio un golpe sobre la mesa en el Olímpico de Roma al batir 4-1 a la Lazio, este martes en la ida de octavos de final la Champions League, dejando encarrilado su pase a cuartos.
Dos partidos consecutivos sin victoria en la Bundesliga y la alerta ya había sonado en la capital bávara.
Además el equipo dirigido por Hansi Flick llegaba a Italia lastrado por las bajas por coronavirus o lesión (Benjamin Pavard y Thomas Muller, positivos, están en cuarentena; Serge Gnabry, Corentin Tolisso y Douglas Costa lesionados).
El cargado calendario, incluido el viaje a mediados febrero para ganar el Mundial de Clubes, también parecía pesar en las piernas de los jugadores.
Pero fue sonar el himno de la Champions y el campeón sacudió dudas con una goleada que le deja prácticamente entre los ocho mejores. Marcaron Robert Lewandowski (minuto 9), el talento de 17 años Jamal Musiala (24), Leroy Sané (42) y Francesco Acerbi en propia puerta (47).
Dos minutos después redujo diferencias el argentino Joaquín Correa, en una buena acción individual.
Campeones del 'sextuple' (Liga, Copa, Champions, Supercopa de Alemania, Supercopa de Europa y Mundial de Clubes), los bávaros llevaron a 18 su racha de partidos sin perder en la competición reina (17 triunfos, 1 empate), un récord absoluto.
Y lo hicieron con una autoridad aplastante. Primero fue su atacante estrella Lewandowski el que aprovechó un error infantil de la defensa local para abrir el marcador en el Estadio Olímpico de Roma.
Luego llegó el turno de Musiala, el nuevo talento del gigante bávaro, titular este martes aprovechando las bajas. El adolescente se hizo con el balón en la frontal y ajustó su disparo a uno de los postes de la portería defendida por Pepe Reina.
La Lazio ya estaba en la lona. Una pérdida de balón en el centro del campo dio alas al francés Kingsley Coman, que encaró y disparó. Reina logró despejar, pero Sané, atento, hizo el 3-0.
Justo después del descanso de nuevo la velocidad de Coman y Sané destrozó a la defensa local. El primero inició el contraataque y lanzó al segundo, inspirado en el regate antes de poner el pase de la muerte, que introdujo en su propia portería Acerbi.
Al Bayern le habían bastado seis tiros entre los tres palos para sumar cuatro goles, mientras que la Lazio, inofensiva y muy vulnerable, rompía con esta derrota su racha de siete victorias consecutivas en casa contando todas las competiciones.
Ahora el equipo romano necesitará más que un milagro en Múnich el 17 de marzo para tumbar al vigente campeón.
SFRM