Dos goles en los últimos minutos, uno de Luis Suárez en el minuto 85 y otro de Leo Messi en el 86, le dieron prácticamente el título de La Liga al Barcelona después de derrotar por 2-0 al Atlético de Madrid, que jugó 62 minutos con uno menos por la expulsión de Diego Costa y que resistió casi hasta el final ante la extraordinaria actuación de Jan Oblak.
Un triunfo que sirve a los de Ernesto Valverde para poner la directa hacia su octavo campeonato doméstico en los últimos once años. Ahora el Barça tiene once puntos de ventaja, más la diferencia de goles con el Atlético (segundo clasificado), con siete partidos por jugarse.
El tanto de Luis Suárez, en el 85, fue decisivo. El uruguayo, con una magnífica rosca, batió a Oblak, que hasta entonces había mantenido vivo a su equipo. En la siguiente jugada, Messi cerró el partido y prácticamente el campeonato en una acción individual.
Por una vez que el planteamiento de Diego Simeone parecía valiente en el Camp Nou, la incontinencia verbal de Diego Costa puso fin a las aspiraciones atléticas. Hasta entonces, no es que los colchoneros tuvieran el control del juego, pero sí que mostraron un plan con la idea de plantar cara al rival, aunque no llegaron a inquietar a Ter Stegen en esos primeros 28 minutos.
Pero el Barcelona salió con paciencia, a esconder el balón, a pausar el juego y, visto que el Atlético se decidía a jugar más en campo contrario, intentar la sorpresa en las contras.
Puso Valverde a su mejor equipo. Sabía que era una oportunidad para aparcar La Liga y centrarse en la Champions, pero su equipo no estaba muy fino en el juego de inicio, aunque en la primera buena conexión entre Alba y Messi, el lateral pudo adelantar a su equipo.
La diagonal dibujada encontró el pase de Messi, pero Alba remató al palo con Oblak ya batido (min.14). El Atlético se decidió a jugar con pausa y el Barça esperaba, Griezmann intentaba hacer daño entre líneas y cada vez que tocaba el balón, el Camp Nou lo recibía con una sonora pitada, nadie olvidaba aún que no quisiera venir el pasado verano.
Un remate del francés en el 20 fue la única aproximación de los madrileños en el primer tiempo. Antes de la expulsión de Diego Costa, el Barça tuvo dos ocasiones claras: una falta directa lanzada por Messi (min. 23) y un jugadón de Coutinho, que hizo lo más difícil, pero no superó a Oblak cuando estaba en la mejor disposición (min.28).
Justo después, la roja a Diego Costa, la entrada de Correa por Arias, un nuevo dibujo de Simeone, que intentó mantener la presencia en la media con una tripleta y en ataque con la dupla Griezmann-Correa.
Pero el Atlético ya no discutía el balón, abrumado por el control del Barça que no aprovechó un error clamoroso de Godín -que en la jugada de la expulsión vio amarilla junto con Jiménez- ni tampoco una buena acción de Coutinho, que hoy sí que exhibía su mejor futbol, pero que no pudo marcar en la última jugada del primer tiempo.
En la segunda mitad, el partido se convirtió en un pacto de no agresión de salida. Al Barça le valía el empate y más cuando el Atlético cambió su dibujo (4-4-1), acumuló jugadores atrás y dejó solo a Griezmann en ataque.
Y en esas que Simeone, consciente de que un empate no le servía para nada a su equipo, decidió tomar la iniciativa. Quitó a Filipe Luis y puso a Morata en el minuto 58.
Hasta entonces, solo Messi tuvo un par de tímidas aproximaciones sobre la meta de Oblak, hasta que el Atlético se decidió a ir hacia arriba y en una transición, Luis Suárez tuvo el 1-0 después de una gran acción del argentino y una gran parada del meta colchonero.
Valverde puso en juego a Malcom por Arthur (min. 63) y Messi fue entonces cuando decidió tomar las riendas del partido. Situado en la media punta, asistió y remató, Oblak seguía como protagonista y el gol parecía inevitable, como en una doble ocasión de Messi y de Malcom salvada por el meta esloveno (min. 68).
El gol no llegaba y el Atlético se encomendó a Oblak. Este sábado la diferencia la marcó Luis Suárez, con un gol de 'nueve', cuando superó al meta atlético con un remate con rosca imposible. Después Messi cerró el partido. Ahora, el Barça tendría que fallar demasiado para no alcanzar el campeonato, que sería su octava en las últimas once temporadas.
ZZM