Un doblete del delantero danés Rasmus Hojlund, que también participó decisivamente en el primer gol, permitió al técnico portugués Rubén Amorim saldar con una victoria su estreno europeo con el Manchester United, tras imponerse este jueves por 3-2 al Bodo/Glimt noruego en la Europa League.
Ajustado marcador que nadie hubiera podido imaginar, tras ver como apenas transcurridos cincuenta segundos de juego el conjunto inglés ya mandaba en el marcador (1-0) con un gol del argentino Alejandro Garnacho, que empujó a las redes un balón robado por Hojlund tras un grosero error del meta visitante.
Pero si Amorim puede mostrarse satisfecho por la actuación en ataque de su equipo, no puede decirse lo mismo de la defensa, donde por lo visto este jueves ante el Bodo/Glint, el preparador luso tiene un intenso trabajo por delante.
Tal y como se comprobó en los dos goles del conjunto noruego, que para sorpresa de todos y pese a su mal arranque a los veintitrés minutos había dado la vuelta al marcador con los goles de Hakon Evjen y el danés Philip Zinckernagel.
Si en el primer tanto visitante el United permitió combinar con una inusitada facilidad a los jugadores del Bodo/Glint en la inmediaciones del área hasta hacer llegar el balón a Evjen, que resolvió con un espectacular remate, en el segundo la zaga inglesa mostró una preocupante lentitud.
Pero para fortuna de los 'diablos rojos' los nórdicos no mostraron en defensa la misma contundencia que mostraron en ataque, los que no desaprovechó Hojlund para firmar el empate (1-1) en el último minuto de la primera parte, en una acción en la que el delantero danés pudo controlar con la izquierda y rematar con la derecha entre dos rivales.
Un gol que no aplacó la voracidad de Hojlund que a los cinco minutos del inicio de la segunda mitad firmó el definitivo 3-2 tras rematar a las redes un centro del uruguayo Manuel Ugarte.
Resultado que el equipo de Rubén Amorim no pudo ampliar, pese a gozar de alguna que otra buena ocasión en las botas de Garnacho, lo que condenó al Manchester United a unos minutos finales de sufrimiento que no impidieron, sin embargo, que el entrenador luso lograse su primer triunfo al frente del conjunto inglés.