El futbolista argentino Diego Armando Maradona metió ocho goles entre las cuatro Copas del Mundo que disputó: España 82 a Estados Unidos 94. El tercero de ellos lo consiguió hace 36 años, el 5 de junio de 1986, en el estadio Cuauhtémoc.
Ese día, el Pelusa disputó el segundo de los siete cotejos que lo llevaron a conquistar el título en México 86, mundial en el que marcó cinco tantos.
Esa tarde, de la mano del Diez, la albiceleste igualó a uno con Italia en la fase de grupos.
La entrada era espectacular en el coloso de la colonia Maravillas. Era la oportunidad de ver en acción al genio del futbol mundial, Maradona que venía como la máxima figura de la selección Argentina.
El “D10ego de la Gente” estaba en su momento. En Italia se había convertido en un fenómeno con el Nápoli, al que había llevado a la conquista de un scudetto.
A las cuatro de la tarde rodó el balón. Desde el inicio del enfrentamiento Salvatore Bagni, su entonces compañero en el Nápoli, se convirtió en su marcador.
Su propósito era tratar de evitar que el pampero bordara su buen fútbol. Una labor que requirió mucho esfuerzo ya que el genio estaba en su apogeo. Rebasaba apenas los 25 años y se encontraba en plenitud.
Pese a ello, Alessandro Altobelli, por la vía del penal, adelantó en el marcador a los azzurri apenas a los seis minutos de acción.
Fue entonces cuando Argentina tuvo que remar contra la corriente con Maradona buscando zafarse de la marca de Bagni.
Fue en el minuto 34 del primer tiempo cuando Diego se desprendió de la marca de Bagni, se escapó por la izquierda, se metió al área, donde recibió el balón, para que en el aire de volea lo golpeara con efecto y cruzado ante la salida del guardameta Franco Tancredi para clavar el 1-1. La anotación se concretó en la portería Sur.
En octavos de final, Argentina y Maradona volvieron al Cuauhtémoc para enfrentar a Uruguay. Fue el 16 de junio de ese 1986 en un duelo programado también a las cuatro de la tarde.
Ese día, el clásico de Río de la Plata se desarrolló durante el primer lapso en medio de una torrencial lluvia, lo que dificultó el accionar de ambas oncenas.
Esta vez, la albiceleste derrotó 1-0 a los charrúas con gol de Pedro Pablo Pasculli, entonces compañero de habitación de Maradona, para avanzar a los cuartos de final y continuar su camino rumbo a la conquista de su segunda Copa del Mundo.
Ese fue el tercer partido de Maradona en el Cuauhtémoc, pues meses atrás, el 17 de noviembre de 1985, disputó un amistoso entre México y Argentina, que terminó 1-1. Ese duelo sirvió como marco para la reinauguración de las rampas oriente y poniente del ahora dos veces estadio mundialista.
CHM