Harry Gregg, el ex portero del Manchester United conocido como el “héroe" de Múnich" por rescatar a dos compañeros de equipo y a un bebé y su madre embarazada del fuselaje en llamas de accidente aéreo de 1958 que cobró 23 vidas, falleció. Tenía 87 años.
Gregg murió en paz en un hospital, rodeado por familiares, informó la Fundación Harry Gregg el lunes.
Ex jugador de la selección de Irlanda del Norte, Gregg pasó nueve años con el Manchester United después de llegar al equipo como el guardameta más caro del mundo en 1957. Tuvo 247 partidos con el club, incluyendo una victoria en la Copa de la FA Cup ante el Sheffield 13 días después del accidente aéreo de febrero de 1958.
El equipo regresaba de un compromiso por la entonces Copa Europea cuando la aeronave se estrelló después de recargar combustible en Múnich. Gregg salió de los restos del avión solo con sangrado nasal pero regresó en dos ocasiones para ayudar a sus compañeros Bobby Charlton y Dennis Viollet, así como a una niña de 20 meses y su madre gravemente herida.
Gregg también ayudó a revivir al técnico del United, Matt Busby, quien sobrevivió al accidente. Ocho jugadores del Manchester murieron en el choque.
“Él siempre será recordado por lo que hizo en Múnich”, dijo Charlton según fue citado por la BBC, “pero además de eso fue un portero realmente excepcional".
JMRS