Philippe Coutinho no logra reconciliarse con los seguidores del Barcelona. Y ésta vez, puede culparse a sí mismo por los silbidos y abucheos que escuchó en el Camp Nou.
La hostil recepción para el brasileño llegó el sábado, cuando ingresó como sustituto. Fue su primera aparición desde que hizo un gesto que muchos aficionados consideraron irrespetuoso a la mitad de la semana, cuando marcó un golazo ante el Manchester United en la Liga de Campeones.
Tras conseguir esa anotación para el 4-0 en el global, en vez de festejar con sus compañeros, Coutinho optó por cubrirse los oídos con los dedos, como si no quisiera escuchar los aplausos del público a su soberbio disparo combado.
Muchos en España interpretaron el desplante como un mensaje enfático de que Coutinho está harto de las críticas que ha recibido por no responder a las expectativas que generó su llegada al Barcelona el año pasado, en una transacción que impuso un récord del club. Además de parecer desanimado en ocasiones dentro de la cancha, el extremo sudamericano ha anotado sólo un tanto en sus últimas 21 apariciones en partidos de La Liga española.
Coutinho negó que su intención fuera ofender al público.
“La verdad es que quise que la gente viera que, con frecuencia, tengo que taparme los oídos para concentrarme en el juego”, dijo Coutinho sobre el incidente, durante una entrevista con el canal KOKO DC de YouTube.
El polémico festejo llegó paradójicamente durante la mejor actuación de Coutinho hasta la fecha con el Barça. Ayudó a que el conjunto catalán anclara en las semifinales de la Liga de Campeones, algo que no había conseguido en cuatro años.
FCM