El portero brasileño Bruno Fernandes, ex capitán del Flamengo y condenado a más de veinte años de prisión por el asesinato de su ex novia, firmará un contrato con un club de categorías regionales después de recibir la autorización de la Justicia.
Un tribunal de la localidad de Varginha acató un parecer de la Fiscalía del estado de Minas Gerais y se mostró favorable a que el futbolista de 35 años fiche por el club Operario de Cuiabá, capital del estado de Mato Grosso, adonde deberá mudarse.
El portero, quien se encuentra actualmente en régimen semi abierto, llegó a firmar el año pasado con el Poços de Caldas FC, un humilde club de futbol del estado brasileño de Minas Gerais, pero el contrato fue rescindido meses después.
El equipo consideró entonces que las medidas judiciales impuestas a Bruno habían dificultado su presencia en los entrenamientos y restringido su evolución.
El portero fue detenido en 2010 cuando aspiraba a llegar a la selección brasileña, y fue condenado a veinte años y nueve meses de cárcel en 2013 por el asesinato de la modelo Eliza Samúdio, con quien tuvo un hijo que no había reconocido.
Samúdio, de 25 años y quien reclamaba del futbolista el pago de una pensión para su hijo, desapareció en 2010 y fue considerada muerta, aunque su cuerpo nunca fue encontrado, en un caso que conmocionó a Brasil.
Formado en el Atlético Mineiro, con el que debutó como profesional, Bruno jugó también en el Corinthians, aunque logró el éxito y la fama en el Flamengo, con el que ganó la Liga brasileña de 2009 y tres campeonatos cariocas en casi todos los partidos como capitán.
JMRS