El Porto consiguió la ventaja sobre la Juventus en los octavos de final de la Champions League, celebrado en el estadio Do Dragao, con goles en el primer minuto de cada parte que pusieron contra las cuerdas al campeón italiano, y con el tanto de Chiesa al final que da mucha vida a los italianos.
El cuadro luso tenía una buena renta ante una Juve inoperante en ataque y desastrosa en defensa. Mehdi Taremi abrió la lata a los dos minutos, en un lamentable pase atrás de Bentancur con el meta Szczesny metido casi en la portería. En el primer minuto de la reanudación, Marega entró hasta la cocina (2-0). Sin embargo, Chiesa firmó un 2-1 más que remontable en Turín.
Al campeón italiano se le subió a las barbas el campeón luso con la intensidad que exige la Champions. El regreso de la máxima competición continental no trajo el nivel apropiado en los de Pirlo, que en la primera parte apenas dejaron una chilena forzada de Rabiot como única ocasión poco antes del descanso.
El estado de shock fue general en la Juventus después de esa trágica puesta en escena casi con el pitido inicial. La fe de Taremi puso el 1-0 y permitió al Porto replegarse y buscar la contra. El equipo local estuvo cómodo, bien formado atrás, aunque en la presión cerca estuvo de dar otro disgusto al rival con Oliveira.
Szczesny se empeñó en la salida jugada y la defensa italiana no estaba para adornos. Rabiot tuvo esa chilena que probó a Marchesín, pero el meta local siguió aburrido en la segunda parte. El potencial de la Juve volvió a ser solo sobre el papel, porque en el campo nadie apareció, con un regreso dormido de vestuarios.
Y es que Wilson Manafá no tuvo problemas para ganar la línea de fondo y dejar el balón a Marega para que el gigante del Porto firmara el 2-0. Así comenzó el segundo tiempo de un partido pesadilla para la Juventus. Cristiano, sin una disparo entre los tres palos, y Pirlo sin las ideas claras en el banquillo.
El técnico italiano, que a la media hora metió a Demiral por la lesión de Chiellini, acusó las bajas por molestias de Dybala, Cuadrado y Arthur, y buscó la solución de Morata pero el delantero español tampoco estuvo atinado, cayendo en fuera de juego en las dos mejores que tuvo. El mejor de los italianos fue Szczesny, que salvó el 3-0 de Oliveira, y un Chiesa quizá salvador que mantiene favorita a La Vecchia Signora en la vuelta dentro de tres semanas.
RGS