El campeón austríaco Red Bull Salzburgo estuvo este miércoles a punto de dar la gran sorpresa en la ida de los octavos de final de la Liga de Campeones pero el Bayern Múnich logró salvar un empate (1-1) a última hora, con un gol del francés Kingsley Coman en el minuto 90.
Si bien los visitantes dominaron el encuentro, sobre todo en la segunda parte, el Salzburgo logró plantar cara al Bayern, que una y otra vez se estrelló contra la defensa alpina y su guardameta, el suizo Philipp Köhn.
El inicio del encuentro estuvo marcado por un enérgico juego de ambos equipos que desarrollaron buenas oportunidades de gol.
En el minuto 11, el delantero suizo del cuadro austríaco, Noah Okafor, tuvo que abandonar el encuentro por una lesión en el muslo derecho. En su lugar entró el joven Junior Adamu, de la cantera del Salzburgo.
Sólo 10 minutos más tarde, el delantero de origen nigeriano marcó el tanto de su equipo con un derechazo por encima del arquero Ulreich, tras un pase de Adeyemi.
El resto de la primera parte vio varias oportunidades más de los locales, pero también algunas de los alemanes.
El Bayern salió tras el descanso con más fuerza y más determinación.
Una y otra vez, los alemanes penetraron el área del Salzburgo, sobre todo con Coman, que causó mucho peligro y arrinconó al conjunto local.
Tras un saque de esquina de los austríacos, Sané estuvo a punto de marcar en el contragolpe en el minuto 72. Pero poco más tarde, los locales estuvieron a punto de marcar un esperado segundo tanto, pero ni Adeyemi y Adamu lograron superar a Ulreich en un contragolpe que el Bayern salvó bajo palos.
Cuando los casi 30.000 espectadores ya pensaban haber presenciado una histórica victoria de los suyos, llegó un centro Pavard, que dejaba a Coman en el área en posición perfecta para marcar el empate en el minuto 90.
MGC