El Eibar confirmó en el Benito Villamarín sus magníficas estadísticas como visitante y logró tres puntos con los que sale de la zona baja de la tabla, tras ganar con claridad por 0-2 al Betis en el que militan los mexicanos Andrés Guardado y Diego Lainez, que entra en depresión al sumar tres derrotas consecutivas y estar más cerca de los puestos de descenso.
El equipo vasco fue muy superior durante casi todo el partido e incluso se quedó corto en el resultado, pues hasta falló un penalti en el tramo final del choque ante un rival impreciso en la defensa y sin claridad en el ataque.
En la undécima jornada, sin cumplirse aún el primer tercio del torneo, el equipo verdibanco necesitaba de un triunfo con el que despejar las dudas generadas en sus dos anteriores partidos, en los salió goleado del Camp Nou (5-2) y San Mamés (4-0).
El equipo eibarrés también tenía una gran oportunidad de dar un buen salto en la clasificación y respirar en esa lucha por estar alejado de los puestos de descenso, hasta el punto de que con el triunfo superaba al Betis en la tabla, como así fue.
Los de José Luis Mendilibar llegaban con unos números mucho mas favorables como visitantes que como locales, aunque con el dato de ser el equipo de La Liga con menos tantos a su favor, sólo seis en diez encuentros, pero también se enfrentaba al conjunto que más ha encajado (21) en los mismos encuentros.
El entrenador del Betis, el chileno Manuel Pellegrini, hizo debutar esta temporada como titular a Guardado para darle más fuerza a esa zona del campo, mientras que el del Eibar puso como más adelantados a los japoneses Yoshinori Muto y el exbético Takashi Inui ante las ausencias de su máximo goleador, Kike García, que estaba sancionado, y Quique González, lesionado.
El partido fue de mucho control entre ambos contendientes, con ganas de hacerse fuertes en el centro del campo y con la intención de no dar concesiones en la defensa, aunque a los veinte minutos llegó un primer despiste en la retaguardia, el del central visitante Pedro Bigas, quien dejó a Cristian Tello solo ante el meta Marko Dmitrotvic y el serbio con un pie adivinó la intención del extremo.
La jugada clave de la primera parte llegó en el minuto 34, cuando uno de los mas activos del Eibar, el futbolista cedido por el Sevilla Bryan Gil, remató de cabeza y superó a Joel Robles, pero cuando el balón entraba mansamente Inui lo remachó al fondo de la meta y el árbitro, tras consulta con el VAR, consideró que el japonés llegaba de un fuera de juego previo y lo anuló.
Susto grande para Joel Robles, que sustituía al lesionado portero chileno Claudio Bravo, y para todo el equipo sevillano, que se retiró a los vestuarios al descanso con la sensación de que su rival había acabado mejor la primera mitad del choque.
En la reanudación, el conjunto armero volvió a salir con mejores ideas y Muto estuvo muy listo en la salida de un córner para meterse entre la dormida defensa bética y firmar el 0-1 a los cuatro minutos de iniciado el segundo periodo.
El japonés logró su primer tanto en la liga española y cinco minutos después Joel Robles hizo un innecesario penalti sobre Rober Correa que el hispano-argentino Esteban Burgos no desaprovechó para empezar a poner las cosas complicadas a su rival.
Pellegrini dio entrada al delantero Loren Morón y al centrocampista portugués William Carvalho para reconducir el rumbo desorientado de su equipo y poco después a otro punta, Borja Iglesias, y a Diego Lainez, también jugador de la zona de creación, pero el Eibar estuvo cerca del 0-3.
Bryan Gil y Estaban Burgos pudieron conseguirlo, pero el guardameta madrileño se redimió de su error en el penalti y estuvo muy atento para impedirlo, y más cuando en el minuto 86 otro inocente penalti de Marc Bartra sobre Inui lo detuvo para que el 0-3 que mereció el Eibar no subiera al marcador.
SFRM