El delantero polaco del Barcelona Robert Lewandowski fue el gran protagonista este domingo en la victoria azulgrana en su visita a la Real Sociedad con dos goles y una asistencia que fueron claves para que los catalanes sumasen su primer triunfo de la presente temporada (1-4).
El encuentro se le puso muy de cara al once culé en su primera acción ofensiva conducida por Balde, con una asistencia a Lewandowski para que el polaco inaugurara su registro de goles en la liga española cruzando su remate para evitar a Remiro.
No se había alcanzado el primer minuto y el equipo de Xavi Hernández ya tenía el partido donde quería, pero los donostiarras no se desanimaron y encontraron su premio enseguida, en un robo en el medio campo que Silva aprovechó para conectar con Isak y el sueco definió por alto ante la salida de Ter Stegen para empatar.
El frenético ritmo con el que había comenzado el encuentro fue decayendo a medida que pasaron los minutos, con acercamientos peligrosos espaciados pero con opciones de cambiar el marcador casi en cada uno de ellos, como a punto estuvo de lograr Ferrán en un intencionado remate mediada la primera parte. Merino y Kubo la tuvieron también para la Real antes del descanso.
El delantero japonés de la Real lo intentó en varias ocasiones antes del intermedio pero no estuvo tan fino como en la primera jornada ante el Cádiz, si bien el trío defensivo catalán no podía descuidarse un solo momento porque, junto al nipón, Isak era un peligro latente cada vez que el balón se acercaba a su zona.
Se agotaba el primer tiempo cuando llegó la mejor opción de gol para los donostiarras en una internada de Aritz que remató David Silva con tanta intención y peligro que muchos aficionados cantaron el gol antes de la marcha a vestuarios de ambos equipos.
Real y Barça siguieron al ataque en la segunda mitad, a pesar de que las piernas empezaban a flaquear en este inicio de temporada, y otra vez asustó el cuadro local en un lanzamiento de falta de Brais anulado por fuera de juego de los rematadores blanquiazules que molestaron, a juicio de Munera Montero, a Ter Stegen.
Luego fue el turno de Lewandowski, un peligro constante para la zaga guipuzcoana y nueva respuesta local de Merino en el toma y daca en el que se había convertido el choque en su parte decisiva.
Entró Ansu Fati y cambió el decorado, en el primer balón que tocó el joven talento del Barcelona generó una superioridad con un pase de tacón para dejar una autopista a Dembelé que el francés no desaprovechó para marcar y encarrilar el encuentro.
Los vascos bajaron los brazos, el Barça se creció y llegó el tercero, obra de Lewandowski, para terminar de hacer ceder la resistencia y el de Ansu Fati tras asistencia del polaco para redondear el gran encuentro de todo el equipo blaugrana.