El Real Valladolid logró un triunfo balsámico ante el Espanyol, después de dos derrotas consecutivas, mejorando en la finalización, aunque tuvo que sufrir tras el 2-1 anotado por Braithwaite en el minuto 87 y la presión del equipo catalán en busca de la remontada.
El técnico blanquivioleta, José Rojo Martín Pacheta, realizó una importante revolución en el once titular, recuperando a Fresneda y Escudero en los laterales, en detrimento de Luis Pérez y Olaza, y apostando por Hongla para acompañar a Roque Mesa en el centro del campo. Enfrente, un Espanyol, de rosa, con el único cambio de Joselu Mato por Aleix Vidal.
La ambición se dejó ver desde los primeros compases, sobre todo, en el bando local. De hecho, un buen pase interior de Roque Mesa propició un gol de Larin que, sin embargo, terminó siendo anulado por fuera de juego del delantero canadiense.
Pero fue un aviso de los locales, al igual que las llegadas de Plata o un remate de cabeza de El Yamiq tras un saque de esquina que rozó el poste izquierdo de la meta defendida por Pacheco.
No lograban controlar el balón los visitantes ante el mayor empuje del rival, pero cuando lo tenían demostraban calidad y el poderío de jugadores como Darder, quien disparó desde fuera del área obligando a Asenjo a intervenir para impedir el gol. Corría el minuto 15. Había intensidad en el José Zorrilla.
Tanta, que en el minuto 25, tras una cesión de Plata hacia el exterior del área, Iván Sánchez consiguió enganchar un potente disparo que sorprendió a Pacheco y firmó el 1-0.
Cada error que cometían los locales se traducía en peligrosas llegadas del Espanyol, si bien en la finalización se mostró excesivamente lento, lo que daba ventaja a la defensa del Real Valladolid.
Puado pudo equilibrar el resultado, tras aprovechar una caída de Escudero, con un gran disparo que repelió el larguero.
A pesar del arreón final de los visitantes, que buscaron con ahínco el empate en los últimos minutos de la primera mitad, se llegó al descanso con la ventaja local gracias al gol de Iván Sánchez.
Tras la reanudación, los de Diego Martínez buscaron más la posesión del esférico para crear aún más peligro. En esos primeros compases, El Yamiq intervino oportunamente para impedir un remate de Denis Suárez. Poco después, Joselu probó desde el exterior, pero su golpeo se fue por encima de la meta local.
Pacheta hizo el primer cambio. Entró Aguado por Roque Mesa para asegurar la consistencia en el centro del campo y adquirió protagonismo de inmediato, ya que añadió un gol al casillero blanquivioleta tras rematar a la perfección un 'pase de la muerte' que le dio Plata. 2-0 para el Real Valladolid y su afición, entregada.
No podía bajar los brazos el Espanyol y Puado buscó recortar diferencias con un disparo cruzado que no llegó a encontrar portería.
El técnico blanquivioleta quiso aprovechar todos los cambios para afianzar el resultado, sin renunciar al ataque.
Plata pudo poner la guinda al triunfo local, pero remató a un poste un pase de Aguado sin ningún obstáculo. Los aficionados del Valladolid no podían creer ese fallo.
Del 3-0 se pasó a un 2-1 gracias a un tanto de Braithwaite, que supo aprovechar bien el espacio entre líneas para rematar a placer ante Asenjo tras un buen pase de Darder. Volvió el sufrimiento al estadio del cuadro vallisoletano, que supo aguantar la presión del Espanyol hasta el pitido final.
FCM