Cuando Javier Hernández partió en 2010 de Guadalajara con rumbo a Manchester, Inglaterra, estuvo acompañado por uno de sus principales impulsores: Jorge Vergara Madrigal.
El ex dueño de Chivas, fallecido el 15 de noviembre de 2019, siempre creyó en el talento del delantero que surgió de la cantera de Verde Valle, al grado de considerarlo uno de los mayores orgullos deportivos del club.
Vergara Madrigal vendió a Chicharito al United cuando el tapatío solo tenía 22 años y se encontraba en el mejor momento de su carrera en Chivas, pero había que dejarlo partir para que creciera y Hernández le respondió con creces: se ganó la titularidad en el equipo de Alex Ferguson, ganó casi todo en Inglaterra, jugó en el Real Madrid, triunfó en la Bundesliga y fue jugador franquicia del equipo más importante de Estados Unidos; además, se convirtió en el máximo goleador histórico de la selección.
Por ello, Jorge Vergara siempre tuvo en mente que algún día regresaría ‘el hijo pródigo’ al equipo que lo vio nacer, y 14 años después de su partida, le correspondió a su hijo, Amaury Vergara, encargarse de cumplir ese deseo.
Vergara Zatarain se encargó personalmente de las negociaciones con Javier Hernández, quien con 35 años y sin contrato vigente con algún club, aceptó las condiciones para un regreso.
Este es el tercer gran deseo que Amaury cumple para su padre. El primero fue que tomara las riendas del club, el segundo fue que el Estadio Akron recibiera un Mundial, el tercero es el regreso de Javier Hernández y, en automático con la incorporación, irá por un cuarto: convertir a Chivas en campeón nuevamente.
Cabe mencionar que varios de los clubes europeos donde jugó Chicharito Hernández, como Manchester United, Bayer Leverkusen y West Ham United, se manifestaron en redes sociales y le desearon éxito en su "regreso a casa".
FCM