Jhon Durán, el mejor sustituto de la Premier League, el hombre que ha marcado cinco goles desde el banquillo en nueve partidos, dio el triunfo al Aston Villa contra el Bayern de Múnich en la repetición de la final de la Copa de Europa de 1982.
Tras 41 años de espera, Villa Park volvió a disfrutar de la mejor competición de clubes y la pudo saborear con un triunfo entregado por Durán, el colombiano que se ha convertido en el arma secreta de Unai Emery y al que recurre cuando necesita desatascar un partido.
En una atmósfera vibrante, con un tifo de los jugadores del Villa con Emery en el centro, los de Birmingham no salieron asustados ante el a priori ogro del Bayern. Si hace cuatro décadas los bávaros eran favoritos con Breitner, Rumenigge y Hoeness, era lógico pensar que con Kane, Olise y Davies volverían a serlo.
Pero los fuegos artificiales que colorearon Villa Park para dar la bienvenida a la Champiosn dieron paso a un partido en el que el Bayern nunca estuvo cómodo y en el que el Villa se adelantó a los 22 minutos en una definición de Pau Torres con la puntera. El tanto era el primero marcado en Champions en este estadio desde los cuartos de final de 1982, cuando Paolo Rossi anotó para la Juventus. Pero entonces no existía el VAR como ahora y la tecnología detectó un fuera de juego en el inicio de la jugada de Jacob Ramsey.
Anulado el tanto y con Ramsey lesionado, cada uno de los dos equipos sufría por un flanco. El Bayern, por el siempre señalado Upamecano, que se las tenía en carrera con Ollie Watkins; el Villa, con Lucas Digne, atacado constantemente por Olise.
El francés, un viejo conocido de la Premier por su pasado en el Crystal Palace, tuvo la mejor para los alemanes, en un disparo con rosca desde fuera del área que apuntaba a la escuadra y que hizo volar a Emi Martínez a mano cambiada.
Con cierta parsimonia y pesadez, el partido llegó a los instantes finales con el Bayern ansioso, muy adelantado, y el Villa pendiente de los movimientos de Emery, que metió a Durán a falta de veinte minutos para seguir explotando al blando Upamecano.
La decisión del español tardó diez minutos en pagar. Torres, con el mal sabor de boca del gol anulado, se desquitó con un pase de cuarenta metros desde la defensa que buscó en carrera al colombiano. Este bregó con Upamecano, se hizo hueco y sin necesidad de mirar a la portería, elevó la bola por encima de Neuer, al que castigó su costumbre de estar siempre fuera del área.
Para redondear la noche, con el Bayern colgado del larguero en el último minuto, el 'Dibu' salvó un cabezazo de Kane que hubiera sido el 1-1 y dio los tres puntos a los 'Villanos', que han ganado los dos partidos en esta fase de grupos.
AVV