Se acabó la malaria del América en el plano internacional, sufrió para ello, porque se tuvo que ir hasta la tanda de penales y dirimir su sequía en la muerte súbita, en la ruleta de los penales cruzó los dedos, sacó el rosario tuvo subidones de emociones. Al final, un tiro de Néstor Araujo que incluso fue desviado por el portero Patrick Schulte se fue al fondo de la red y con ello se terminó esa sequía desde el 2016. Un triunfo de 5-4 desde el manchón que -de paso- convierte a André Jardine en el entrenador más exitoso de las Águilas con cinco títulos.
Podrá gustar o no, se le podrá dar la validez que cada uno quiera, si se gana algunos le restarán méritos y prosapia, si se perdía se le tildaría de fracaso, porque esa es la vara con la que se le juzga al América, un equipo que no tiene medias tintas.
América salía con una deuda de varios años, porque el plano internacional se le había resistido, no celebraba la conquista de un trofeo desde el 2016 cuando ganó la Concachampions, desde entonces había ido cosechando tropiezos, sin hurgar tanto en el pasado, con el mismo André Jardine ya había flaqueado en dos Leagues Cup y en la Concachampions. Era una revancha para todos.
Las Águilas mostraron una buena cara, hubo algunas rotaciones porque en las piernas hay acumulación de partidos. El cuadro que mandó Jardine compitió el juego tanto en lo físico como en lo futbolístico, pero les faltó claridad en ataque en sus aproximaciones. Columbus también tuvo lo suyo, pero igual que las Águilas, no encontraban ese punto fino en ataque.
Todo cambió en el complemento, André Jardine movió su banquillo, exhibió los recursos con los que cuenta. Entraron Dávila, Valdés y Aguirre para mantener el pedigrí en ataque.
Y fue el chileno Dávila el que encontró el gol, tras un gran pase de Fidalgo que rompió la línea, Víctor se enfiló y en el área definió de buena manera al 67’. América acariciaba el título, pero Columbus se fue con arrebato al frente y lo empató al 77’ a la salida de un córner que fue mal defendido.
Se llegó entonces a la serie de penales, ahí donde Malagón parecía levantarse como héroe, pero Richard y Ramón Juárez mantuvieron el drama. En la muerte súbita Malte Amundsen la puso en el travesaño y Néstor Araujo, ese zaguero que ha vivido tiempos aciagos en Coapa, disparó con derecha, el portero Schulte desvió, pero el balón se fue al fondo.
La sequía internacional del América ha terminado. El ciclo de André Jardine sigue cosechando éxitos, el entrenador brasileño ya acumula cinco títulos, deja su nombre en la historia como el más ganador. Guste o no, valga o no, América celebra. El domingo toca el clásico capitalino contra Pumas.
AVV