El delantero Richarlison se enfrentó a una depresión tras la derrota de la selección de Brasil en cuartos de final del Mundial 2022 ante Croacia y se planteó dejar el futbol.
Richarlison, que juega en el Tottenham Hotspur, dijo en septiembre que buscaría ayuda psicológica después de que le fotografiaron llorando en el banquillo cuando fue sustituido durante la goleada por 5-1 de Brasil a Bolivia en un partido de clasificación para el Mundial 2026.
El jugador de 26 años, 48 veces internacional con Brasil, ha instado a los futbolistas a buscar ayuda por problemas de salud mental.
"Acababa de jugar un Mundial, en mi mejor momento", dijo Richarlison a ESPN Brasil. "Estaba llegando a mi límite, ¿sabes? No sé, no voy a hablar de suicidarme, pero allí estaba en una depresión, y quería rendirme".
"Incluso yo, que parecía ser fuerte mentalmente. Después del Mundial, parecía que todo se venía abajo".
Después de las dificultades iniciales en los Spurs, a los que llegó procedente del Everton por una cantidad que, según los informes, ascendió a 60 millones de libras (75.68 millones de dólares) en 2022, Richarlison ha marcado 11 goles en 26 partidos esta temporada.
"Antes de ir a entrenar, quería irme a casa, quería volver a mi habitación porque no sé qué pasaba por mi cabeza", dijo. "Incluso fui y le dije a mi padre que iba a abandonar".
"Es un poco triste hablar así, ¿sabes? Lo que pasé después del Mundial, descubrir cosas aquí en casa de personas que habían vivido conmigo durante más de siete años... Es una locura. Ir a ver a mi padre, que fue el hombre que persiguió mi sueño conmigo, y decirle: 'Papá, quiero rendirme', es una locura".
Afirmó que acudir a terapia ha sido la mejor decisión que ha tomado.
"Creo que el terapeuta, me guste o no, me ha salvado, me ha salvado la vida. Sólo pensaba basura... Incluso en Google, sólo buscaba basura, sólo quería ver basura sobre la muerte", añadió Richarlison.
ZZM