La venganza es un plato que se come frío. Y Juan Román Riquelme puede dar fe de ello.
El máximo ídolo de Boca Juniors fue la carta ganadora de una lista opositora que se impuso el domingo en las elecciones a presidente del popular club argentino sobre el oficialismo que gobernaba desde hacía 24 años y que en 2014 no le había renovado contrato, lo cual le impidió retirarse con la casaca del equipo del que es hincha.
El presidente electo Jorge Amor Ameal, que lleva al ex futbolista como vicepresidente segundo, se impuso con el 52.92 por ciento de los votos sobre un total de casi 40 mil socios que asistieron a la elección, una cifra récord en la historia del fútbol argentino. En tanto que el candidato oficialista Christian Gribaudo, delfín del Daniel Angelici, actual mandamás de la institución, alcanzó el 30.64 por ciento.
Riquelme, de 41 años, tendrá a su cargo todas las áreas del futbol desde el plantel profesional, las categorías menores hasta el equipo femenino.
"Este triunfo, por esta magnitud, se la debemos a Román (Riquelme) seguramente”, admitió Ameal.
Además de Riquelme también fue determinante en el resultado electoral el disgusto de los fanáticos por la reciente eliminación ante el clásico rival River Plate en semifinales de la Copa Libertadores, que fue la cuarta caída al hilo ante el mismo contrincante en duelos de ida y vuelta de torneos internacionales desde 2014.
Por su parte, Ameal anunció que el actual técnico de Boca, Gustavo Alfaro, no seguirá en el cargo y que en los próximos días Riquelme elegirá a su sucesor. Se especula que Miguel Russo, el último timonel que ganó la Libertadores con Boca en 2007, es el favorito. También se menciona a José Pekerman, ex entrenador de la selección de Colombia. Y en materia de refuerzos, la gran apuesta de la nueva conducción sería el artillero peruano Paolo Guerrero.
FCM