El Schalke 04 informó que iba a pedir la protección de la policía después de que unos aficionados atacaran el autobús del equipo luego del descenso del club a segunda división.
Un grupo de aficionados furiosos lanzaron huevos al bus y la tomó con los jugadores en su regreso a Gelsenkirchen tras su derrota en Bielefeld, que hizo oficial su descenso de la Bundesliga.
Los jugadores habrían sido perseguidos hasta sus domicilios y amenazados. Al menos el vehículo de un jugador resultó dañado antes de que interviniera la policía.
El club explicó en un comunicado que ya había "tomado medidas para segurar la seguridad de los jugadores y el cuerpo técnico".
El director deportivo del club, Peter Knaebel, explicó al diario Bild que podría "vivir con" el hecho de que los jugadores se negaran a jugar los cuatro últimos partidos de la temporada.
Knaebel se disculpó ante los jugadores y el cuerpo técnico por no haber tomado medidas de seguridad de antemano.