El club Vélez Sarsfield de Argentina desvinculó al arquero uruguayo Sebastián Sosa en medio del proceso judicial que enfrenta junto a otros tres jugadores del mismo equipo por el presunto abuso sexual de una periodista.
“La rescisión del contrato es con efecto inmediato y sin más obligaciones para ninguna de las dos partes”, comunicó Vélez el miércoles a través de sus redes sociales.
Sosa, de 37 años, se encuentra en libertad bajo fianza en la investigación judicial que enfrenta junto a tres compañeros de su ahora ex equipo por la violación grupal de una joven periodista la madrugada del domingo 3 de marzo en un hotel de la provincia de Tucumán, donde horas antes Vélez había empatado ante el local Atlético de Tucumán por la liga argentina.
Los otros implicados son el volante paraguayo José Ignacio Florentín y los argentinos Braian Cufré y Abiel Osorio.
Vélez Sarsfield, uno de los primeros clubes argentinos en adoptar un protocolo de género, había separado a los cuatro jugadores del plantel apenas se conoció la denuncia de la joven.
La justicia acusó formalmente a Sosa como “partícipe necesario” del hecho, ya que según el testimonio de la víctima fue él quien la invitó a pasar la noche en un hotel de San Miguel de Tucumán, capital de la provincia del mismo nombre situada a mil doscientos kilómetros al norte de Buenos Aires.
Cufré y Florentín están acusados de abuso sexual con acceso carnal agravado por la participación de dos o más personas, mientras Osorio por abuso sexual simple. Los tres cumplen arresto domiciliario.
La identidad de la víctima no ha sido revelada.
Según el relato de la presunta víctima, Sosa le mandó mensajes mediante la aplicación Instagram para invitarla al Hotel Hilton de Tucumán, lo que ella aceptó llegando a ese lugar en la madrugada del domingo y “subiendo directamente a la habitación 407, donde ya la estaba esperando el jugador”.
La denuncia continúa diciendo que al ingresar a la habitación, la mujer observó que también se encontraban Cufré, Osorio y Florentín, “con los cuales compartió unas latas de cerveza” y “luego le ofrecieron Fernet”.
“Después de tomar unos tragos comenzó a sentirse mal, muy mareada, por lo que se recostó en una de las camas como adormecida, fue entonces que sin ningún consentimiento la abusaron sexualmente, a posterior siendo horas 05:30 aproximadamente cuando se sintió un poco mejor logró pedir un Uber y se retiró a su domicilio”, concluyó la denuncia.
JCVL