Entre nombres como Santiago Bernabéu, Alfredo di Stéfano, Ferenc Puskás, Paco Gento, Manolo Sanchís, Hugo Sánchez, Emilio Butragueño, Fernando Hierro, Iker Casillas y Cristiano Ronaldo debe estar el del histórico defensor Sergio Ramos, quien, al igual que estos futbolistas, marcó una época para el Real Madrid.
La institución puso el ojo en un joven jugador nacido en Camas, Sevilla y no dudó en ficharlo, apenas a sus 19 años ya vestía la camiseta del equipo de Madrid y compartía vestuario con los legendarios integrantes de la época galáctica como Zinedine Zidane, Ronaldo Nazário, David Beckham, entre otros.
Aprendizaje. Así puede definirse la primera etapa de Ramos como merengue, tomó lo mejor de cada uno de sus compañeros y se fue ganando la confianza de los técnicos para estar en el anhelado once blanco, tanto así que, con apenas un par de temporadas, llegó a los 100 encuentros como madridista.
El jovencito de cabello largo con una diadema para evitar que este le molestara llegó como un inexperto lateral por la derecha pero poco a poco se fue asentando en la posición de defensor central, misma que jamás soltó, ganándose el cariño de una exigente afición como la del Real Madrid.
Ramos creció a un ritmo acelerado, al grado de ser considerado, para la temporada 2010-2011, el segundo capitán de la plantilla únicamente por detrás de Iker Casillas, quien años después le cedería el gafete dado su liderazgo en la cancha y en el vestidor, algo que, según cuenta el 4 en su su documental, logró gracias a la enseñanza de otros capitanes como José Antonio Camacho, Fernando Hierro y Raúl, entre otros.
La historia reciente de los merengues no podría ser concebida sin la intervención del histórico número 4 y 22 títulos -cinco de La Liga, dos Copas del Rey, cuatro Supercopas de España, cuatro Champions League, cuatro Mundiales de Clubes y tres Supercopas de Europa- lo respaldan.
Una de las cualidades que llevaron a Ramos a otro nivel fue su peso ofensivo, se va de la institución dejando 101 tantos que valieron hasta campeonatos para el club, quizá los que marcó al Atlético de Madrid en las finales de Champions de 2014 y 2016 sean los más importantes e inolvidables para la afición.
Sergio Ramos se va del club instalándose indiscutiblemente en un lugar de honor en la historia del Real Madrid, no le debe nada a la camiseta blanca, esfuerzo hasta el último minuto, lucha, hambre, pundonor y resiliencia son algunos de los valores que el defensor predicó siempre con el ejemplo e imprimió a la plantilla en cada uno de los partidos en que se enfundó el uniforme merengue.
Era Sergio quien representaba al aficionado madridista sobre la cancha y siempre defendía el escudo con lo mejor de sí, eso no es, ni será, fácil de encontrar, el Camero y los blancos separan sus caminos pero estarán siempre ligados.
SFRM